PERLAS DIARIAS DE GRACIA - Semana 7Muestra
DÍA 7 - Conviértete en un sacrificio viviente
Romanos 6:1-14
Hebreos 10:1-18
Romanos 12:1-21
¿Quieres ser un discípulo aún más fructífero? Espero que tu respuesta sea afirmativa. Si es así, el apóstol Pablo tiene algo para ti que resume todo lo que hemos descubierto esta semana. Es una invitación a convertirse en un «sacrificio vivo» (Romanos 12:1).
¿Alguna vez has estado dispuesto a sacrificarlo todo?
Mis dos primeros intentos de cuidar de mis hijos habían acabado mal. El primero acabó en una visita urgente al hospital. En el otro, un vecino me devolvió a mi hijo de doce meses, que se había escapado de casa sin que yo me diera cuenta.
Pero esta vez fue mucho peor. Perdí a uno de ellos. Corriendo por nuestro pueblo con un miedo cada vez mayor, orando desesperadamente, y con un helicóptero de la policía buscando desde arriba, me convencí de dos cosas. En primer lugar, que estaba indefenso. En segundo lugar, estaba dispuesta a sacrificar cualquier cosa por volver a ver a mi hijo.
Pablo dedica 11 capítulos a explicar a los romanos el asombroso plan redentor de Dios para los perdidos y lo que significa ser rescatado del pecado y de la muerte. Quizá, como tú, pensaban: «Sí, Señor, amén, ¡cuenta conmigo! ¿Qué puedo hacer? Hazme más fructífero para tu reino».
Y así, en Romanos 12, pasa a cómo podemos responder: la única respuesta razonable a tan fantástica gracia es ofrecernos como «sacrificio vivo».
No está hablando de ofrendas al estilo del Antiguo Testamento diseñadas para compensar algo malo. Jesús ya se ocupó de eso (Hebreos 10). En lugar de eso, Romanos 12 nos insta a responder a una realidad radical que ya ha sido explicada. Jesús ya ha hecho el sacrificio definitivo, y nosotros ya hemos muerto y resucitado con él (Romanos 6).
Eso significa que tenemos una identidad totalmente nueva, una novedad de vida, y que no vale la pena vivir para nada más. Al darnos cuenta de eso, experimentaremos el fruto que él quiere para nosotros: renovación, transformación, conocer Su voluntad y vivir una vida de amor (Romanos 12).
No somos más fecundos por esforzarnos más. Fructificamos respondiendo a Su gracia asombrosa, ofreciéndonos como sacrificio vivo.
Pausa para reflexionar:
Gracias a Dios, ese día encontraron a mi hijo. Sin embargo, por un momento agonizante, vislumbré el alcance del amor de un padre por los perdidos. ¡Cuánto más nos ama nuestro Padre Dios! ¿Cómo respondes al llamado para ser un sacrificio vivo?
Oremos:
Señor, perdóname por contenerme. Gracias. Soy tuyo, y tú eres mío. Elijo ofrecer mi cuerpo como sacrificio vivo, disfrutar del fruto que tú me ofreces y abrazar el fruto que tú quieres que dé. Amén.
Si disfrutaste de este plan de lectura, te encantará el Curso de la Gracia. Te ayudará a conectar con la gracia de Dios en tu corazón, no solo tu mente.Lo puedes ver en www.libertadencristo.org.
Escrituras
Acerca de este Plan
Amar a Dios es el primer mandamiento y el más importante. Por nuestro amor, el mundo sabrá que seguimos a Cristo. No debe sorprendernos, entonces, que el amor esté bajo ataque incesantemente. Las Perlas diarias de Gracia son una herramienta para ayudarnos a eliminar obstáculos como la culpa, la vergüenza, el temor y el orgullo, y recuperar nuestro primer amor por Cristo.
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Nos gustaría agradecer a Freedom In Christ Ministries por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.libertadencristo.org