Las consecuencias de la iraMuestra
La ira y nuestros pensamientos
La ira constante transforma la manera en la que una persona piensa. Siempre se convierte en parte de los procesos de nuestro pensamiento. Todos lo hemos visto suceder o lo hemos experimentado a nivel personal. Cuando estamos enojados con alguien, a menudo nos resulta difícil mantenernos enfocados. Luchamos por tener ideas creativas y, a veces, somos incapaces de mantener un alto nivel de rendimiento. Cuando estamos enojados con alguien o con algo, es común que nuestra mente se distraiga de la tarea en cuestión y nos pongamos a pensar en qué podríamos haber dicho o hecho de manera distinta.
Un antiguo proverbio judío dice: "La ira priva al sabio de su sabiduría y al profeta de su visión". No tengo dudas de la veracidad de esta afirmación. La ira produce una mente dividida. La concentración de una persona puede focalizarse en su ira y en los incidentes que la provocaron, incluso cuando intente enfocarse en el trabajo y las responsabilidades de cualquier día en particular. Queda muy poca energía mental para la creatividad, la innovación o el procesamiento de la información a la luz de la Palabra de Dios. En resumen, la ira debilita nuestra capacidad de tener una visión clara y orientada para nuestras vidas.
Ya sea que nos demos cuenta o no, la mente es la torre de control de la vida. Todo lo que sucede en nuestra vida cotidiana comienza en nuestra mente, con nuestros pensamientos. Todas nuestras decisiones se toman allí. La verdad es que dondequiera que estemos hoy, es el resultado de lo que hemos estado pensando todos estos años. La Biblia dice: “Porque cual es su pensamiento [del hombre] en su corazón, tal es él” (Proverbios 23.7).
Lo que pensamos es en realidad lo que nos controla. Tendemos a olvidar esto, pero es cierto. En nuestra ira, debemos recordar que, aunque no podemos controlar a los demás ni todas nuestras circunstancias, sí podemos controlar cómo pensamos y cómo reaccionamos ante ellas.
Entonces, ¿cómo podemos controlar nuestros pensamientos? Hágase las siguientes preguntas cuando se encuentre molesto con una persona o por una situación particular:
- ¿A dónde me llevará este pensamiento?
- ¿Este pensamiento me llevará a donde quiero ir o necesito estar?
- ¿Es este pensamiento aceptable desde el punto de vista bíblico?
- ¿Este pensamiento nos elevará o nos hundirá a mí o a la persona con la que estoy enfadado?
- ¿Podría compartir este pensamiento con otra persona?
- ¿De dónde surgió este pensamiento?
- ¿Siento algún sentimiento de culpa por tener este pensamiento?
- ¿Se ajusta este pensamiento a quién soy como seguidor de Cristo?
Debido a que tenemos al Espíritu Santo y su poder viviendo en nosotros, podemos controlar lo que pensamos y saber cómo reaccionar en cualquier situación dada. Tome la determinación hoy de hacer lo que se encuentra en Romanos 12.2: “No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta”.
Escrituras
Acerca de este Plan
Algunos días parece como si un espíritu de ira estuviera permeando al mundo entero. Historias de violencia, furia y discordia llenan la radio y la televisión, al mismo tiempo que familias quedan destruidas por conflictos sin resolver. ¿Dónde puede usted encontrar la paz en este mundo lleno de ira? Acompañe al Dr. Charles Stanley a medida que profundiza en cuanto a las consecuencias de la ira.
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Nos gustaría agradecer a In Touch Ministries por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.encontacto.org