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Las consecuencias de la iraMuestra

Las consecuencias de la ira

DÍA 1 DE 7

La ira afecta nuestra vida —de manera física, psicológica, emocional y espiritual. También influye en nuestro rendimiento cuando se trata de realizar tareas o cumplir con nuestras responsabilidades laborales. La ira nunca se limita a uno mismo. Siempre tiene consecuencias que afectan a quienes nos rodean. Y más importante aún, nuestra ira le afecta a Dios.

La ira y su salud

Cada vez más, investigadores científicos y médicos están descubriendo que un número significativo de enfermedades graves, incluyendo algunas de las más mortales, son crónicas por naturaleza y están relacionadas con nuestro estilo de vida y con la manera en la que pensamos o procesamos nuestras emociones. La ira es sin duda una de las emociones negativas que ha sido relacionada con una amplia variedad de trastornos.

Dios no creó el cuerpo humano para albergar ira a largo plazo. En la actualidad, la profesión médica coloca al colesterol alto, el tabaquismo y la ira en el mismo nivel en cuanto a su influencia destructiva. La ira tiene efectos tanto inmediatos como duraderos.

Cuando una persona se molesta, su corazón late más deprisa, la presión sanguínea aumenta y las manos le empiezan a sudar. Estas respuestas naturales se producen de inmediato y no requieren ni pensamiento ni intención. Los músculos se tensan y la digestión se dificulta. El rostro se pone rojo y la persona tiende a hablar con un tono de voz más alto de lo normal. Todos estos son resultados que Dios creó como parte de nuestra respuesta para luchar o huir ante un peligro o una amenaza.

Además, el cuerpo produce una oleada de adrenalina para hacer frente a las crisis. Esto le permite a la persona tener más fuerza para luchar o huir lo más rápido posible. Pero la adrenalina puede ser tanto una amiga como una enemiga.

Cuando se reprime la ira, el cuerpo sigue produciendo adrenalina en pequeñas cantidades para hacer frente al peligro percibido que la mente y el corazón indican que está presente. Con el tiempo, este goteo constante de adrenalina y otras hormonas dentro del cuerpo humano es perjudicial en extremo. Produce un estado de estrés interno, algo parecido a intentar conducir con un pie en el acelerador y el otro en el freno. Los efectos a largo plazo incluyen úlceras, enfermedades cardíacas, derrames cerebrales, artritis y depresión. Todos los sistemas y órganos del cuerpo se ven afectados de manera negativa.

En lugar de reconocer su ira, las personas tienden a atribuir los síntomas físicos negativos al estrés. No son conscientes o se niegan a reconocer que la ira es la culpable. Un médico me dijo una vez: "Parece que un tercio de mis pacientes toma medicamentos para el estómago, otro tercio para el dolor y el resto toma tranquilizantes. Y la mayoría no necesitaría ninguno de esos medicamentos si se ocupara de los problemas emocionales en sus vidas".

Hace unos meses, un hombre se me acercó al final de la predicación. Estaba encorvado y usaba un bastón. Me había oído hablar de los efectos físicos negativos de la ira y me dijo: "Dr. Stanley, los médicos me han dicho que mi derrame cerebral fue causado por la ira. La condición en la que estoy se debe a la ira. Dígales a las personas que la ira puede hacerles lo que me hizo a mí".

No merece la pena aferrarse a ningún problema ni a ningún enfado si destruye su salud (Proverbios 19.11).

Día 2

Acerca de este Plan

Las consecuencias de la ira

Algunos días parece como si un espíritu de ira estuviera permeando al mundo entero. Historias de violencia, furia y discordia llenan la radio y la televisión, al mismo tiempo que familias quedan destruidas por conflictos sin resolver. ¿Dónde puede usted encontrar la paz en este mundo lleno de ira? Acompañe al Dr. Charles Stanley a medida que profundiza en cuanto a las consecuencias de la ira.

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Nos gustaría agradecer a In Touch Ministries por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.encontacto.org