Tiempo de RenovaciónMuestra

"EN EL DÍA QUE TEMO, YO EN TI CONFÍO"

¡Coraje!

Cuántas veces nos sentimos agobiados por nuestros adversarios y peleamos con el enemigo por la ciudad donde El Señor nos puso. Reconocemos la realidad de que estamos en una lucha, no contra carne ni sangre, sino contra los principados y las potestades en lugares celestiales. No debemos olvidar que nuestra confianza no está en el poder del enemigo, sino en nuestro Dios todo poderoso.

La realidad es que los ataques nos van a llegar, pero ¿en quién o en qué confiaremos? Debemos decidir de qué manera responderemos: ¿buscaremos un culpable, nos pondremos en el papel de víctimas o tomaremos la determinación de confiar en Dios? David dijo: "En Dios alabaré su palabra; en Dios he confiado; no temeré; ¿qué puede hacerme el hombre?"" (Salmo 56:4). Buscar al Señor tiene que ser nuestra mejor defensa. No debemos justificarnos o buscar a alguien a quien atacar.

David volvió a quejarse de su situación en los siguientes versículos, pero con expectativa. Terminó con una canción de esperanza y gratitud para con su Dios.

¿Cómo vamos a enfrentar la batalla? ¿Con quejas sobre nuestra situación o con confianza en Dios? Sabemos que enfrentaremos fuertes ataques del enemigo, la cuestión es en quién vamos a confiar.

Hebreos 11:34 dice: "Apagaron fuegos impetuosos, evitaron filo de espada, sacaron fuerzas de debilidad, se hicieron fuertes en batallas, pusieron en fuga ejércitos extranjeros". Digámosle al Señor: "Ayúdame, Dios, a confiar en ti cuando viene el temor.”

Para reflexionar:

¿Existieron situaciones en las que te sentiste atacado?

¿De quién esperabas ayuda en los momentos de dificultad?

¿Puedes identificar al enemigo más allá de las personas que te atacaron?

Oración:

Padre, ayúdanos a recordar que, en medio de las dificultades, Tú nos sostienes y nos das la victoria en el nombre de Jesús, amén.