Tiempo de RenovaciónMuestra

"CONECTANDO CON LA FUENTE"

Hay un término usado actualmente en distintos ámbitos, como empresariales, marketing digital o mismo en los entornos digitales que es el de la HIPERCONECTIVIDAD.

Estar hiperconectado tiene que ver con la interacción de los datos, la información y dispositivos, todos estos relacionados a través del internet.

En cualquier momento podemos conectarnos con cualquier persona que esté en otro lugar o país. Podemos conectar con personas que suben sus videos de lo que hacen en sus vidas, gracias a esta hiperconectividad.

Así como tenemos una conexión muy amplia y accesible en cada momento, también tiene algunas desventajas, porque perdemos la conexión con las personas que tenemos cerca nuestro. Puede suceder que cuando estamos compartiendo con alguien, en lugar de conectar atentamente, puedo estar más pendiente del celular o de lo que están pasando en el programa de TV.

La hiperconectividad, ¿ayudará en nuestra comunión con Dios? De la misma forma en cómo estamos conectados con los dispositivos ¿estamos conectados con Dios?

Jesús nos da un claro ejemplo en Lucas 5, porque en el momento que su fama se extendía, cuando su conexión con las personas y el impacto que tenía en ellas aumentaba, la decisión que tomó fue la de apartarse y conectar con la fuente.

El dato interesante que nos dice textual el pasaje es que Jesús “solía retirarse a lugares solitarios para orar”. En otros pasajes nos muestra que Jesús se conectaba con Dios muy de madrugada o cuando aún no amanecía o también antes de anochecer (Mr.1:35 / Mt.14:23).

Por esa razón creemos que la oración es una disciplina espiritual que a simple vista Jesús desarrolló o cultivó con su Padre. Es de admiración ver a Jesús que la oración era de suma importancia para estar conectado con Dios. A raíz de esto, podemos extraer una sencillas y prácticas enseñanzas:

Buscar un lugar marca una intencionalidad - Jesús iba a la montaña, buscaba lugares solitarios. Cada uno sabe cuál es el mejor lugar para conectar con Dios.

Continuidad y perseverancia - vemos que la palabra “solía” nos muestra una permanencia y continuidad de parte de Jesús. A través de este pasaje somos animados a NO dejar de orar, sino que se transforme un deseo diario de conectar con la fuente, que es Dios.

Definir el momento - los tiempos son acelerados y estamos cada vez luchando con la agenda y los horarios. Pero necesitamos ser proactivos y comenzar a marcar en nuestra agenda qué momento del día vamos a conectar con Dios. ¿Es tu fuerte a la mañana, a la tarde o a la noche? Necesitamos definir los momentos, como Jesús en su conexión con el Padre, nos marca esta dinámica que por momentos fue muy temprano o casi anocheciendo.

Orar: parece tan simple pero nos cuesta hacerlo. Jesús se apartaba con un motivo, que era ORAR. Que no sea un monólogo, tampoco una checklist de peticiones, ni menos algo transaccional; sino que sea un deseo profundo de conectar con la fuente. Conectar con Dios. Pasar tiempo con Él. Conversar abierta y transparentemente.