Tiempo de RenovaciónMuestra
"EL CHISME"
de ¡Ánimo!
Es fácil de hacer: estás tomando una taza de café con un amigo o amiga y la conversación comienza a girar. De repente él o ella empieza a transmitir rumores sobre asuntos personales o privados de los demás, o algo peor... ¡Eres tú quien inicia la conversación! No saliste con la intención de chismear, pero acaba de suceder. Chismear es ser partícipe en conversaciones vanas o transmitir rumores con respecto a los asuntos personales o privados de los demás. El chisme es un pecado disimulado. Las palabras entran por los oídos y luego terminan echando raíces en el corazón. Mateo 15:18 nos enseña: “... Lo que sale de la boca viene del corazón y contamina a la persona." El chisme definitivamente no glorifica al Señor.
El chisme se ha convertido en una forma aceptada de entretenimiento en la sociedad actual. Hay revistas y programas de televisión cuyo objetivo principal es dar a conocer información confirmada y no confirmada sobre las celebridades y las personas de interés. Si te sientes atraída por los rumores acerca de unos perfectos desconocidos, es obvio que te interesará chismear acerca de la vida de las personas que conoces.
La Palabra de Dios está llena de versículos sobre cómo debemos controlar nuestra lengua y la importancia de guardar las palabras que salen de nuestra boca. Incluso hay versículos que hablan específicamente acerca del chisme. A menudo olvidamos que un día tendremos que rendir cuentas por cada palabra ociosa que hemos hablado (Mateo 12:36).
¿Cómo podemos mantenernos alejados de los chismes? Proverbios 21:23, nos dice que "El que refrena su boca y su lengua se libra de muchas angustias”. A menudo cuando salgo con amigas le pido al Señor que Él tome el control de mi lengua para que yo pueda glorificarlo con mis palabras. Si el tema comienza a inclinarse hacia el chisme, trato de cambiar el rumbo de la conversación. Si eso no funciona, por lo menos trato de mantener mi boca cerrada y no echar más leña al fuego. La realidad es que a veces no es fácil cumplirlo.
Debemos ser proactivos en guardar lo que sale de nuestra boca. Esto significa que tenemos que estar activamente conscientes de lo que decimos y escuchamos. Es fácil simplificar el pecado. Pensamos que los pecados "grandes" son los pecados malos. Pero todo pecado es pecado.
Con el paso de los años uno de los rasgos de carácter que busco en un amigo es la lealtad. Quiero amigos dignos de confianza. Quiero saber que lo que le cuento a alguien se queda con esa persona. Deseo ser ese tipo de gente también. ¡No tienes idea lo perjudicial que es para tu credibilidad y tu integridad si los demás piensan que eres chismoso! Debemos mantener siempre presente que la lengua puede traer la muerte o la vida, y que aquellos a los que les encanta hablar cosecharán las consecuencias (Proverbios 18:21).
Es difícil ser el receptor de chismes. Cuando has sido víctima de chismes hirientes, requiere un esfuerzo adicional para alabar intencionalmente a otros y reemplazar las palabras hirientes con palabras de afirmación genuina. Si bien puede parecer que decir algo hiriente sobre alguien nos da placer momentáneo, a la larga no solo daña a la otra persona, sino que tiene el poder de dañar nuestro espíritu y nuestra reputación.
En cambio, cuando respondemos a las palabras hirientes con palabras positivas y genuinas, rompemos el poder de esas palabras, y esto nos permite caminar en la libertad de Dios sabiendo que Él conoce la verdad. La elección de no responder con el chisme permite a otros ver que es Cristo quien obra en nosotros.
Santiago 1.26 es un fuerte recordatorio de cómo nuestras palabras pueden afectar nuestro testimonio. Si alguien se cree religioso pero no le pone freno a su lengua, se engaña a sí mismo, y su religión no sirve para nada.” La próxima vez que te encuentres en una situación donde alguien comienza a chismear, recuerda que tienes el poder de controlar tus palabras, así como lo que escuchas. Recuerda que el chisme no tiene cabida en la vida de un creyente, especialmente si estás en una posición de liderazgo.
“Las grandes mentes discuten ideas. Las mentes promedio discuten eventos. Las mentes pequeñas discuten acerca de otras personas" (Eleanor Roosevelt).
Para reflexionar:
1. ¿Cuándo fue la última vez que te encuentras atrapado en una conversación de la cual saliste sintiéndote una mala persona, y sucia? Puede que hasta hayas dicho algo de alguien, de lo que luego te arrepentiste. ¿Recuerdas exactamente cómo te sentiste?
2. ¿Alguna vez te enteraste de algo malo que hayan dicho de ti otras personas cuando estabas ausente? Perdona a esas personas que te lastimaron y recuerda que alguna vez tú hiciste lo mismo. Comprométete con el Señor a no volver a hacerlo. Pídele su ayuda para dominar tu lengua.
3. Si es necesario reparar algún daño, pedir perdón a alguien o deshacer un rumor que tú comenzaste, ve y hazlo como una forma de restitución.
Oración:
Querido Jesús, Te pido perdón por haberle dado lugar al chisme en mi vida. ¡Soy tan débil que he caído en la trampa de Satanás entregando mi lengua! Perdóname y límpiame. Si le he causado dolor a alguien con este comportamiento, ayúdame a recordarlo para no volver a hacerlo nunca más. Gracias por perdonarme, y por trabajar dentro de mí para que adopte más de tu naturaleza perfecta y vaya venciendo la mía que es imperfecta. En el nombre de Jesús, amén.
Acerca de este Plan
Por 19 días tendremos un Tiempo de Renovación donde te animamos que tomes unos días para hacer un Ayuno y Oración. Nuestra oración es que puedas experimentar por ti mismo una relación más profunda y fuerte con Dios que solo viene a través de la oración y el ayuno. Tipos de Ayuno que puedes hacer son: - Ayuno Total: solo agua - Ayuno de Daniel: frutas y legumbres - Ayuno Parcial: por un determinado momento en el día - Ayuno de sacrificio: sacrificar algo que toma tu tiempo (redes, plataformas, etc.)
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Nos gustaría agradecer a Centro Cristiano Vida por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://ccvidaargentina.org/