Los Días FelicesMuestra

¿Alguna vez has sentido la necesidad de actuar como si todo estuviera bien cuando, en realidad, nada lo está? Hay veces que sentimos la necesidad de colocarnos una máscara de felicidad, ¿verdad? Eso es porque hay momentos en la vida en los que es difícil sentirnos alegres. Nuestras circunstancias y luchas hacen que la felicidad o la alegría parezcan inalcanzables. ¿Y sabes qué? ¡Eso está bien! Está bien experimentar todas esas emociones, como tristeza y dolor, porque son parte de lo que nos hace ser humanos. Pero la buena noticia es que las Escrituras nos recuerdan que esas emociones no tienen que ser el final de la historia. ¡No tenemos que quedarnos aferrados a ellas! Por el contrario, como seguidores de Jesús, podemos encontrar esperanza en cualquier tiempo. Aunque hay días en los que nos cuesta sentirnos bien, podemos confiar en que Dios sigue obrando. Dios está presente en nuestros momentos más difíciles y en nuestras emociones más intensas para consolarnos, darnos esperanza y acompañarnos hasta que el sentimiento cambie.

Hoy, sé honesto con Dios acerca de tus emociones: las buenas, las malas y las que estén en medio. Habla con Dios sobre lo que está pasando en tu vida y lo que estás sintiendo como resultado de ello. Luego, ora y pídele a Dios que te ayude a experimentar su presencia para consolarte y darte esperanza, sin importar qué estés sintiendo.