Los Días FelicesMuestra

¿Cuán conectadas están tus emociones con tu fe? Cuando te sientes genial, ¿sientes que tu fe es igual? O, cuando la vida se torna difícil, ¿sientes que tu fe también flaquea? Todos experimentamos altibajos en la vida, pero tu fe no tiene porque ser como una montaña rusa. Sí, las dos cosas están conectadas, pero una no tiene que seguir a la otra. Al escuchar estas enseñanzas de Jesús y aplicarlas a tu vida, construyes un fundamento para tu fe que no se tambalea cuando algo inesperado llega a tu vida. En lugar de dejar que tus emociones determinen tu fe, seguir a Jesús permite que tu fe permanezca firme en medio de tus emociones. Esa es la receta para crecer física, emocional y espiritualmente.

Hoy, termina de memorizar este versículo compartiéndolo con un adulto en quien confíes. Habla con uno de tus padres, un mentor, un consejero o tu líder de grupo pequeño sobre lo que significan estas palabras de Jesús para tu vida y tus emociones en este momento.