Los Días FelicesMuestra

¿Cuál es una verdad de la vida? Que no siempre puedes cambiar tus circunstancias. No siempre podemos dejar esa clase que está matando nuestro promedio (GPA), hacer que nuestro entrenador nos dé un respiro o que nuestros padres se reconcilien. La vida sucede y, para bien o para mal, no siempre hay mucho que podamos hacer para cambiar las cosas. Eso es lo que hace que la paz de Dios sea tan valiosa. Aunque la vida parezca un caos en el exterior, podemos seguir experimentando paz en el interior. Cuando le entregas tus preocupaciones a Dios, básicamente estás confiando en que él se encargará de tus circunstancias, en lugar de tratar de manejarlas por tu cuenta. Y cuando lo haces, su paz te ayudará a aliviar tus preocupaciones poco a poco. Entonces, sin importar lo que pase a tu alrededor, encontrarás paz en tu interior para mantener firme tu corazón, mente y fe frente a las circunstancias.

Hoy, usa esta oración para pedirle a Dios de su paz en medio de tus circunstancias: «Dios, te pido que me des tu paz que supera todo lo que podamos entender. Ayuda a mi corazón a sentirse en calma. Dame fe para confiar en ti en todas las cosas. Lléname con recordatorios de tu presencia y de tu amor invariable. Amén».