Antes Que Pasen Los Años Y Se Vayan De CasaMuestra

2. Sé intencional en instruirle con la Palabra y con tu ejemplo

Charles Spurgeon dijo una vez: “Instruye al niño en el camino que debe seguir, pero asegúrate de tu también ir por ese mismo camino”. Nuestro propósito como mamás cristianas es más que repetir una serie de reglas e instrucciones; ningún mensaje será más convincente en sus vidas, que aquel que leen y ven en la vida de sus padres.

Esta tarea va mucho más allá de ser un ejemplo de vida “moralmente buena”, no es sólo criar hijos para que cuando sean grandes sean buenas personas, responsables y con buenas costumbres, ya que si lo único que ellos llegan a aprender es a cómo no portarse mal y a no meterse en problemas, habremos tenido éxito en que se conviertan en “personas de bien”, en buenos ciudadanos que nunca pisen una cárcel, pero nuestra misión estará incompleta ya que no les habremos señalado al Único que tiene autoridad de perdonar sus pecados, librarlos de condenación y hacerlos nacer de nuevo. De manera que nuestro llamado va mucho más allá de criar e instruir personas con valores, debemos enseñarles con nuestra vida a cómo amar y seguir al Señor.

Los riesgos de no hacerlo son altos. La Biblia nos presenta ejemplos de personas que hicieron lo opuesto, como el Sacerdote Elí. Elí era el Sumo Sacerdote y Juez de Israel en Silo, donde servía en el tabernáculo, él fue el mentor del profeta Samuel a quien acogió y crió en el templo después de que su madre Ana, lo dedicara al servicio de Dios. Sin embargo, mira lo que nos dice 1 Samuel 2:12:

“Los hijos del sacerdote Elí eran unos perversos que no tomaban en cuenta al Señor".

Pero, ¿cómo? ¡Su papá era Elí, el Sacerdote!, con seguridad habían crecido oyendo a Elí recitar la ley de Dios y cumplir con los rituales propios de un Sacerdote.

Creo que muchas veces pasamos por alto algo muy importante, tú como mujer, mamá y esposa, ya estás instruyendo a tus hijos para la vida, ya le estás modelando cómo se vive la vida, la pregunta es: ¿Qué Evangelio les estás instruyendo? ¿Qué les estás modelando?

Dios nos ayude a todos las mamás que estamos instruyendo los corazones de nuestros hijos, a amarle a Él por sobre todas las cosas, y a que seamos leales a su misión de guiar a nuestros hijos a conocer su Salvación.

Ora a Dios que te haga ser una mujer que lo amé más a Él, y que puedas caminar sobre aquellos principios bíblicos sobre los que instruyes a tu hijo.