Antes Que Pasen Los Años Y Se Vayan De CasaMuestra

La Biblia no es un libro para buscar inspiración para ser mamá, a la manera en cómo lo hace un arquitecto cuando viaja a las grandes metrópolis en busca de inspiración, o como lo hace una diseñadora de modas al asistir a un runway show, o un artista al visitar un museo. Si Dios es tu Señor y Salvador lo que su Palabra dice acerca de cómo criar y guiar a nuestros hijos comanda tu vida, y aunque en ocasiones (con frecuencia diría yo) la tarea parece titánica, lo hermoso de este caminar en la vida cristiana es que Dios no nos ha dejado a nuestro buena suerte y a que le hagamos como podamos, sino que a través del Espíritu Santo nos habilita para poder ser mamás que le honren a través de desarrollar esta misión.

Es cierto que cuando estamos en la etapa de criar hijos; sobre todo cuando son pequeños, es fácil sentirse abrumada, desalentada y cuestionarse si las cosas que hacemos tienen importancia y si algún día veremos algún fruto. La realidad es que lo que hacemos y decimos ya tiene un impacto en la formación de los corazones de nuestros hijos. Estas mentes jóvenes están absorbiendo más de lo que imaginamos, por lo que en un sentido práctico; aún si no estamos conscientes de ello, nuestra vida ya está discipulando a nuestros hijos. La pregunta es: ¿Qué mensaje están recibiendo mis hijos a través de lo que ven en mi vida? No subestimes el impacto e influencia de la instrucción cristiana con firmeza y amor sobre tus hijos, muchos grandes hombres de la fe como John Newton, Judson Taylor, John Piper, Charles Spurgeon, Agustín de Hipona y otros fueron formados por la dedicación y la piedad de su madre, según sus propios testimonios.

Vivimos en tiempos que prometen ponerse más difíciles de lo que vemos hoy, nuestro mundo del futuro necesitará hombre y mujeres valientes que amen al Señor y se opongan a las corrientes de este mundo. Esos futuros hombres y mujeres están ahora mismo balbuceando sus primeras palabras, metiéndose un juguete a la boca, unos están aprendiendo andar en bici y otros graduándose de la preparatoria (bachillerato).

Este devocional se centra en cinco aspectos esenciales en los que nos podemos enfocar en hacer por nuestros hijos antes que pasen los años y se vayan de casa. Porque no importa si tú que me lees eres una mamá primeriza, si tienes adolescentes, o más de dos hijos, uno de nuestros mayores anhelos es llegar a verlos convertirse en adultos exitosos que amen y honren al Señor, que cuando se vayan de casa y se enfrenten a las dificultades y retos de la vida adulta no se alejen de la instrucción que recibieron en nuestro regazo. Estamos a tiempo de sembrar en ellos para lo eterno. Este devocional está dirigido para dar ánimo tanto a la mamá que lleva esta misión en equipo con su esposo, como para la mamá que está sola, o que está casadas pero no tiene el apoyo de su cónyuge.

En este primer día de nuestro devocional, quiero animarte con la Parábola del Sembrador, que se encuentra en Mateo 13:1-23. Esta parábola relata cómo un sembrador salió a sembrar y algunas semillas cayeron junto al camino, donde las aves vinieron y se las comieron. Otras semillas cayeron en terreno pedregoso, donde había poca tierra; aunque brotaron rápidamente, se quemaron bajo el sol y no dieron fruto. Algunas semillas más cayeron entre espinos, que las terminaron ahogando. Sin embargo, una parte de las semillas cayó en buena tierra, y estas produjeron una cosecha abundante.

A veces, instruir y sembrar la semilla del Evangelio en nuestros hijos se sentirá cómo sembrar en terrenos pedregosos y llenos de espinas; no te asustes de la oposición y del desánimo del aparente poco fruto que puede llegar a haber. Tú cómo buena sierva fiel a tu Señor, no dejes de tirar la buena semilla en el terreno del corazón de tus hijos; Dios que es bueno y fiel, dará fruto en nuestros hijos, a su tiempo.

Reflexiona sobre esta parábola y ora por tus hijos meditando en ella.