¿Qué Hago Con La Confusión?Muestra

Viviendo cada día bajo el consejo del Señor.
Hemos llegado al final de este devocional y mi deseo es que Dios haya hablado a nuestros corazones. Que juntas seamos animadas a creer en la verdad de que Dios disipará la confusión de nuestra mente porque hemos aprendido que necesitamos la sabiduría de Dios, que podemos pedírsela y Él nos la dará abundantemente. Durante estos días también aprendimos que somos llamadas a confiar en Él y a permanecer en su Palabra para fiarnos de su verdad, así como a ser confrontadas para encontrar la raíz de esa confusión, ya sea nuestro pecado o la realidad de vivir en un mundo caído.
Finalmente, lo que necesitamos hacer es poner en práctica el consejo de Dios. Y si la confusión deriva de la falta de perdón, lo que necesitamos es perdonar; no hay que darle más vuelta al asunto: nosotras nos complicamos la vida por no querer hacer lo que Dios nos pide. Si la confusión es resultado de la lucha de pasiones que combaten dentro de nosotras para no corresponder al amor de un joven no creyente, orar es lo que necesitamos; así como pedir ayuda a otra hermana madura en la fe y apartarnos. Si la confusión proviene de la preocupación financiera, pidámosle a Dios su ayuda como proveedor, evaluemos la situación y pidamos ayuda a otros. Si la confusión resulta de estar expuesta a falsas enseñanzas, oremos al Señor para que traiga claridad a nuestra mente y escudriñemos las Escrituras.
Si la confusión es debido a que empezamos a sentir algo diferente en nuestro cuerpo, lo que necesitamos es recordar la verdad de la Palabra que está por encima de la realidad de los sentimientos o emociones, pedir ayuda a otros y orar. Si la confusión se convierte en una alarma constante de ansiedad y afán, oremos al Señor por su paz y entreguémosle nuestra mente al Señor. Sé que se lee fácil, pero la práctica es difícil porque no ejercitamos nuestra fe para rendirnos a lo que Él ya ha dicho que puede hacer y queremos apresurar su proceso en nosotras.
Así que, pensemos en lo valioso que es atesorar su Palabra en el corazón para que dejemos por un lado los pensamientos de confusión y los reemplacemos por su claridad y orden, de manera que vivamos su consejo cada día.
- Aprende: ¿Cómo vives el consejo de Dios?
- Vive: Lee Salmos 18, ¿qué dice de los que confían en Dios? ¿Cómo se ve en tu vida? ¿Cómo puedes hacer de este salmo una poesía para tu alma? Ora al Señor que te ayude con esto.
- Lidera: Lean y oren juntas los siguientes salmos: Salmos 9:10; 37:4-6; 28:7; 91:2; 46:1-3; 145:18-19; 62:1-2; 125:1; 32:10-11.
Pídele a alguna de tus hermanas, a quien estás discipulando o alguna amiga cercana que escoja un versículo y juntas memorícenlo durante la semana. Escriban una oración a partir del versículo que eligieron.
Oración
Querido Padre, gracias porque tú eres orden, claridad, sabiduría y verdad. Ayúdanos a vivir conforme a tu voluntad para que cuando venga confusión a nuestra mente, la contrarrestemos con tu verdad y vivamos en obediencia a tu Palabra, confiadas y llenas de fe en quién eres Tú. En Cristo. Amén.
Escrituras
Acerca de este Plan

Solo la Palabra de Dios trae claridad, descanso y sabiduría en un mundo lleno de confusión.
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Nos gustaría agradecer a Reformadas por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.reformadas.com