Señor, ¡Ayúdame Con La Frustración!Muestra
La mejor manera de librarnos de la frustración es reconocer la buena mano del Señor trabajando en nuestra historia.
La mayoría conoce la historia del famoso José, el soñador. Muchas personas lo admiran por su obediencia; sin embargo, olvidan que parte de su proceso inició por decirle a su papá lo que sus hermanos hacían, lo que convirtió en un chismoso y el consentido. Ciertamente, Dios probó e hizo crecer a José, quien respondió en fe. No puedo imaginar lo frustrante que debió ser la adversidad que sufrió por hacer lo correcto: Negarse a la esposa del faraón; no buscar venganza contra sus hermanos; estar años en la cárcel sirviendo a dos hombres para que uno de ellos, al salir, se olvidara de José.
Pero Dios nunca olvida. Él no está desconectado de todo lo que nos acontece; Él lo está usando micro (nuestras vidas) y macro (su pueblo). Durante el proceso de santificación Dios no está desconectado de su pueblo porque usa precisamente a otros para santificarnos y a nosotras para santificarlos. Por ello, la frustración crece a medida que permanecemos en el centro, acudir a nosotras mismas jamás solucionará algo.
Quedarnos en nuestra frustración no nos lleva a ningún lado, pero recibir la enseñanza de Dios como la oportunidad para crecer y vivir su Palabra nos llevará a Cristo. Aunque todo lo que has vivido resultó en dolor, ten por seguro que Dios lo está usando para bien. Quizá no para salvar a un pueblo, pero sí para salvar tu alma y ser testimonio ante otros (creyentes y no creyentes) que Jesucristo verdaderamente basta para tu gozo y tu paz.
Responder bíblicamente a la frustración requiere creer en las promesas de Dios: que está con nosotras, nos fortalece, nos provee sabiduría y que además con su amor inagotable y sus nuevas misericordias no nos destruirá, sino que nos transformará hasta que seamos perfeccionadas completamente cuando estemos con Él. La frustración es enemiga del gozo y nubla tu juicio para ver la bondad de Dios en tu proceso; sin embargo, ¡no la deseches! Úsala para su gloria. Recuerda que el Espíritu Santo, como un dulce susurro, te guía, te ayuda y te consuela.
- Aprende: ¿Cómo responder bíblicamente a la frustración?
- Vive: Lee Jeremías 15:10-21, ¿qué dice Jeremías? ¿Te has sentido alguna vez así? Ahora lee Lamentaciones 3:19-26, ¿qué expresa Jeremías? ¿Qué te enseña para responder bíblicamente?
- Lidera: Resume este devocional con tus palabras, añade lo que aprendiste y compártelo con otra amiga.
Oración
Dios bueno, gracias por tus buenos planes para nuestra vida, gracias por enseñarnos a anhelar ese día en el que viviremos contigo perfectamente. Gracias por recordarnos que en este mundo sufriremos como una muestra de que no somos de este mundo y que nos estás transformando de tomar leche a comer viandas; al final. Te pedimos que nos ayudes cada día mientras caminamos en este mundo; no nos sueltes, Señor, fortalécenos en nuestra fe para estar firmes en tus promesas. En Cristo. Amén.
Escrituras
Acerca de este Plan
Puedo frustrarme por las diferentes situaciones y llevarlas a los pies del Señor.
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Nos gustaría agradecer a Reformadas por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.reformadas.com