Amor VerdaderoMuestra

PLo conoceremos plenamente

1 Corintios 13:11-12 (NTV) "Cuando yo era niño, hablaba, pensaba y razonaba como un niño; pero cuando crecí, dejé atrás las cosas de niño. Ahora vemos todo de manera imperfecta, como reflejos desconcertantes, pero luego veremos todo con perfecta claridad. Todo lo que ahora conozco es parcial e incompleto, pero luego conoceré todo por completo, tal como Dios ya me conoce a mí completamente".

Estos versículos revelan de manera implícita la esperanza y la expectativa que tenemos como hijos de Dios, respecto al conocimiento pleno de su amor; cuando llegue el momento en que veremos con total claridad la realidad divina en la que avanzamos desesperadamente, haciendo alusión al anhelo ferviente de conocer más y más al Señor, de verlo en su plenitud.

Aun con toda la riqueza que hemos recibido, con el privilegio que tenemos al conocer su Nombre a través de nuestro Salvador Jesucristo; el conocimiento que tenemos siendo extraordinario, sobrenatural e indescriptible por su grandeza, sigue siendo limitado para lo que nos espera conocer. En la perfección no hay imperfección y nosotros aún no hemos alcanzado este estándar divino; sin embargo, la promesa de plenitud que tenemos se cumplirá cuando veamos cara a cara al Señor y entonces sea revelado ante nosotros el conocimiento pleno de su gloria. Lo conoceremos plenamente.

Si nos enamora y nos apasiona el conocerlo aun en nuestra imperfección y limitado entendimiento, aun estando en este mundo; gracias a las riquezas espirituales de las que gozamos por el Espíritu, por gracia y por fe en Cristo Jesús, es inimaginable por mi vago entendimiento lo que será ese momento de gloria en el que nos veremos cara a cara con Él y seremos llenos de la plenitud del conocimiento de su Nombre. La imperfección que tenemos no nos permite contener la grandeza de la promesa de gloria y de plenitud que nos será otorgada y se cumplirá en nosotros los hijos de Dios. Si esta esperanza divina no nos quebranta ni nos sacude para querer seguir creciendo en el conocimiento y la perfección de su Nombre, entonces, no nos quedaría más que aceptar el juicio merecedor por nuestra insensata indiferencia.

Dios se revela a nosotros conforme la fe que nos ha concedido, y somos más dichosos en la medida en que nos permite conocerlo; Él nos da a probar de las delicias de su sabiduría y del conocimiento de su Nombre que nos es revelado a través de Jesús. Conocerlo nos permite crecer, fluir y ser fortalecidos en su amor; conocerlo y obedecer su Palabra, es vivir en Él.