Amor VerdaderoMuestra
¿Dónde hallamos el amor?
Los versículos del 4 al 7, del capítulo 13 de la 1ra. carta a los Corintios, nos describe las virtudes del amor y lo que no es amor. Veamos por ejemplo los versículos 4 y 5 en la versión Nueva Traducción Viviente: "El amor es paciente y bondadoso. El amor no es celoso ni fanfarrón ni orgulloso ni ofensivo. No exige que las cosas se hagan a su manera. No se irrita ni lleva un registro de las ofensas recibidas".
Ser paciente comprende el significado de sufrir, de esperar con perseverancia ante las pruebas; es la virtud de ser tardío para desesperarse. Es la virtud de esperar en calma, confiado y con esperanza.
La bondad hace referencia a la benevolencia que podemos ejercer en todo tiempo. Eligiendo hacer lo correcto y lo que está acorde al carácter de nuestro Padre, porque Él, es Bueno.
Los celos; hacen referencia a la envidia y demás sentimientos que se desencadenan de la corrupción y la maldad del corazón. Dios es Bueno; sería incoherente dar cabida a la perversidad que se expresa a través de la envidia, cuando fuimos partícipes de la gracia que se nos manifestó a través de Cristo Jesús.
La presunción o jactancia, es una violación a lo que nos enseña la Palabra de Dios, cuando nos instruye a que no tengamos un alto concepto de nosotros mismos; además, Dios también nos enseña que Él resiste al orgulloso pero concede su gracia al humilde. En pocas palabras, la jactancia y el orgullo son enemigos del amor; es imposible amar cuando anteponemos la maldad al amor que se nos ha revelado de manera tan sobrenatural a través de Jesucristo; la jactancia y el orgullo, son obstáculos para reflejar y expresar el amor a la manera de Dios.
Por otra parte, la ofensa, el egoísmo y el resentimiento, son barreras que impiden la manifestación del amor que Dios quiere que ejercitemos. La evidencia de un corazón regenerado a través del amor de Dios, es que en él no habita la ofensa ni el odio; no debe haber lugar en él, para aquello que se opone a la voluntad y mandatos del Señor. El amor que se nos demostró nos debe superar, siempre debe estar por encima de nosotros mismos, del pecado y la iniquidad; el conocer el amor de Dios, nos permite vencer el mal, ejercer dominio sobre el pecado.
Amar implica conocimiento; el amor de Dios implica el conocimiento de su Nombre a través de su Hijo Jesús; sin conocerlo, es imposible conocer y ejercer el amor. Entendemos el significado del amor cuando conocemos a Dios; y sabemos que a Él, solo podemos conocerlo a través de Jesús.
¿Dónde hallamos el amor? La Palabra de Dios nos permite conocer a Jesús, en ella se revela su Nombre; y Jesús, nos revela al Padre. Mientras más conozcamos al Padre, a quien vemos revelado cuando más conocemos a Jesús, más entendimiento vamos a tener respecto al amor verdadero.
Tratar de entender el amor sin mirar a Jesús, es imposible; definitivamente, Él es la expresión perfecta del amor de Dios. Si estudiamos cada uno de los versículos que contiene el capítulo 13 de la 1ra. carta a los Corintios, podemos ver que en la medida que avanzamos en la profundidad de su revelación, a quien vemos reflejado como modelo y ejemplo vivo y real del amor, es a Él, nuestro Salvador. Si queremos entender el amor, innegablemente tenemos que mirarlo a Él; qué hizo, cómo vivió; cómo todo Él, su Nombre, refleja el significado y las virtudes del amor verdadero.
Escrituras
Acerca de este Plan
La palabra "Amor" en sí, es muy corta; sin embargo, su significado abarca una sabiduría infinita que solo podemos comprender a través del conocimiento de Dios y de su Hijo Jesús. Este plan tiene como propósito que juntos conozcamos más el amor que se nos reveló y se nos entregó por gracia; entendiendo que no podríamos comprenderlo sin haberlo recibido, porque Él nos amó primero.
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Nos gustaría agradecer a Marysela Ocampo O. por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://facebook.com/confiadosenJesucristo