Amor VerdaderoMuestra

El amor verdadero no cambia

Una de las virtudes del amor de Dios, es que permanece para siempre; es inmutable, no cambia. De la misma manera, cuando amamos conforme al amor que hemos recibido de su parte, el amor que sentimos por los demás no deja de ser; permanece a pesar de cualquier cosa, porque no amamos por voluntad propia sino por voluntad divina, como Dios nos ama a nosotros, a través de su gracia.

En 1ra. de Corintios 13:6-7 (NTV), dice la Palabra: "El amor no se alegra de la injusticia sino que se alegra cuando la verdad triunfa. El amor nunca se da por vencido, jamás pierde la fe, siempre tiene esperanzas y se mantiene firme en toda circunstancia".

No hay manera de explicar mejor las Palabras descritas en estos versículos si no es a través del amor de Dios. Solo su amor, es testimonio real de la forma en que sin merecerlo permanecemos bajo por su gracia y su bondad. Pese a nuestra infidelidad e imperfección; la veracidad del amor que nos cubre y nos protege, jamás ha de dejar de existir.

El amor que se ejerce en la Verdad, no se alegra de la injusticia sino de la manifestación del amor que expresa a Cristo Jesús; porque al expresar a Cristo Jesús, expresamos a Dios y el Poder de su Amor. No importa de qué manera la injusticia pueda pretender en ocasiones, opacar el amor que hemos recibido; siempre ha de sobresalir el amor, por el Nombre que lo sustenta; porque a través de la veracidad del amor de Dios, es que podemos cimentarnos en la convicción de esperar con paciencia, aferrados a la fe, permaneciendo firmes e inamovibles en la esperanza que nos garantiza el cumplimiento de sus promesas. Además, solo el amor ejercido en la Verdad que se nos ha revelado, puede propiciar en otros a nuestro alrededor, el encuentro con el verdadero amor.

Solo por medio del conocimiento del amor de Dios es que podemos mantenernos en pie de lucha a pesar de toda circunstancia. El amor de Dios nos hace permanecer firmes ante las pruebas, nos cimenta, nos fortalece en la fe que nos llena de esperanza a través del conocimiento de su Nombre y nos permite amar a los demás como Él nos ama.

El amor verdadero no cambia; el amor de Dios es inamovible, inmutable. ¿No te da fuerza esta Verdad? Dios jamás dejará de amarte; su amor por ti y por mí, es eterno. El conocerlo, el experimentarlo, hará que seamos cada vez más y más fortalecidos en Cristo Jesús; creceremos cada vez más y más en Él, a través de la revelación que contiene el amor que se nos manifestó cuando dio su vida por nosotros. Lo creo.