RotondaMuestra

Nuevo siempre equivale a cambio. Si te compras un auto nuevo, dejarás de conducir uno viejo. Si terminas un año en la escuela, empiezas uno nuevo. Cuando empiezas un nuevo deporte, ya no tienes tiempo para el anterior. De una forma u otra, nuevo simplemente significa cambio. Lo mismo ocurre cuando pones tu fe en Jesús. El viejo tu, el que caminaba en la oscuridad, es ahora una nueva creación: el que camina en la luz. Este cambio significa que ahora tienes el Espíritu de Dios obrando en ti para ayudarte a vivir cada día como Dios quiere que lo hagas. Es un cambio, sí, pero es para tu bien, tanto aquí en la Tierra como en la eternidad.

Seamos conscientes de nuestra nueva vida en Cristo. ¿Cómo podemos reflejar esta transformación a las personas con las que interactuamos hoy y cada día?