RotondaMuestra

¿Alguna vez has tenido un día en el que todo parecía ir mal? No te despertaste, llegaste tarde a la escuela, te manchaste la camisa con el almuerzo, tuviste que hacer un examen sorpresa, tus padres se enojaron contigo, te equivocaste en la práctica. Cuando llegas al final del día, lo único que quieres es que se acabe y que empiece uno nuevo. La buena noticia es que con Dios, cada día es una oportunidad para empezar de nuevo. ¡Ése es el beneficio del cambio! Siempre aporta algo nuevo, aunque sea un simple cambio de un día para otro. Cuando afrontemos con dificultad un momento, un día, una temporada, un cambio en nuestras vidas, podemos estar seguros de que, con Dios, siempre es posible para nosotros un nuevo comienzo.

Esta semana, habla con tu grupo pequeño sobre lo que significa para ti tener un nuevo comienzo en cualquier temporada gracias a Dios. Anímense mutuamente a recordar que lo nuevo siempre es posible con Dios.