RotondaMuestra

Todos los años podemos anticipar que cada cierto tiempo comienza una nueva estación. Es inevitable; no hay nada que podamos hacer para evitarlo. El invierno va a llegar, puede que incluso trayéndonos nieve. Pero, a la vuelta de la esquina, la primavera espera para traer nueva vida y una nueva estación. Finalmente, llega el verano con todo su sol antes de dar paso al frío del otoño. Igual que las estaciones pasan una detrás de otra, esto es lo que también sabemos que es verdad: El cambio forma parte de la vida. A veces podemos anticipar el cambio, y a veces no. A veces el cambio es difícil, y otras veces, fácil. Sea cual sea la época de cambio en la que nos encontremos, de lo que podemos estar seguros es de que, en cada una de ellas, Dios no cambia.

Hoy, dedica un momento y piensa en una temporada reciente de cambio que hayas experimentado. Escribe dónde experimentaste a Dios en esa temporada y qué aprendiste.