PAZ

Al unirnos hoy para orar, centramos nuestra atención en una de las Bienaventuranzas más conocidas. Es probable que Jesús haya mencionado la palabra hebrea‘shalom’. La paz es más que la simple ausencia de la violencia; es plenitud e integridad de vida. El obrar paz es obra del Espíritu Santo y nosotros tenemos el privilegio de participar. Se nos encomienda el ministerio de la reconciliación (2 Co 5:18). Es la sanación y restauración de relaciones, entre individuos o comunidades, con Dios. No se hace mención de qué lado estamos, si somos la parte ofendida o la que ha causado ofensa. En cualquiera de los dos casos, la responsabilidad para cualquier individuo o comunidad que refleja el Reino es ser canal deshalom. Consideren su propio contexto y sus comunidades, además de situaciones alrededor del mundo en las que hay personas que trabajan a favor de la paz en circunstancias difíciles.

Jesús hace una hermosa promesa en esta Bienaventuranza: que los que trabajan por la paz son ‘Hijos de Dios’. Qué maravilloso es pertenecer a la familia de Dios, identificarnos con la presencia de Dios en nuestro mundo y reflejarla. La recompensa del pacificador no es la paz, es una identidad–y no una identidad cualquiera–serán llamados hijos de Dios. La paz no radica en la ausencia de la guerra, sino en la presencia del Salvador, quien ha iniciado la reconciliación del mundo entero. Quizá sea momento de contemplar nuestra relación con Dios, la red de nuestras relaciones humanas, y nuestra relación con la creación. El shalom abarca a todos los del entorno. ¿Quiénes constituyen el mundo de ustedes hoy?

Aquí tienen una plantilla de una paloma que pueden imprimir y recortar varias veces para crear una corona de la paz. En cada paloma escriban una oración, pidiendo la paz para una persona, una comunidad o un país. Peguen las palomas formando un círculo para crear una corona.

Oración

• Oren por los líderes en su comunidad que están involucrados en iniciativas pacificadoras, como son la policía, los maestros, los trabajadores sociales, las ONG.
• Pidan la sabiduría de Dios por los movimientos UB que buscan maneras de estar involucrados en ser pacificadores.
• Oren por los lugares en el mundo donde abundan la violencia y la guerra. Oren de manera especial por los niños desplazados, solos, que sienten miedo. Oren por los grupos que trabajan en esos lugares.
• Oren por las iglesias en su propio país; pidan que faciliten la restauración de vidas, familias y comunidades.