Quiero Dejar El OdioMuestra

AMA A TUS HERMANOS. NO MANTENGAS ODIO EN TU CORAZÓN HACIA ELLOS, PORQUE TU ODIO HABLA MÁS DE TI QUE DE ELLOS.

Una de las maneras que otros reconocen que somos hijas de Dios es por nuestro amor, aún más, por nuestro amor a otros, sobre todo a quienes nos han herido, pero que negamos estar molestos con ellos. El apóstol Juan dice: «Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es mentiroso. Pues el que no ama a su hermano a quien ha visto, ¿cómo puede amar a Dios a quien no ha visto?» (1 Jn 4:20).

Jesús resumió los Diez mandamientos en dos: amar a Dios y amar al prójimo (Mt 22:38-39). El primer mandamiento se refleja en el segundo mandamiento, sin el segundo mandamiento no podemos decir que cumplimos el primero. Quiere decir que, si odiamos, no amamos. Y si no amamos, estamos desobedeciendo la Palabra de Dios y necesitamos arrepentirnos de tal mal (1 Jn 3:15).

Muchas decimos que entendemos que odiar no es bueno, sin embargo, nos justificamos una y otra vez en lo que nos hicieron culpando a otros por nuestra actitud. Levítico 19:17 dice: «No aborrecerás a tu hermano en tu corazón; razonarás con tu prójimo, para que no participes de su pecado». El odio es más que un sentir, es una acción que pudre hasta la médula del corazón de donde procede el dolor. Estamos invitadas no solo a despojarnos del odio cada día, sino también a razonar con el prójimo para que no participemos de una relación permeada por odio. Puesto que cuando una relación está en discordia, el odio suele estar de por medio.

Si esto es así en tu vida, reflexiona la razón por la cual el odio está dentro de esta relación sin que lo traigas al Señor. También, reflexiona si esta es tu forma habitual de responder al pecado de otros contra ti. No participes de las obras infructuosas de la carne, más bien, recuerda el fruto del Espíritu. Tal vez Dios permitió esta situación para que veas lo que sale de tu corazón y le pidas que te ayude a amar a tu prójimo como Él lo manda. Todo obra para bien, menos el odio. Guarda tu corazón y arrepiéntete pronto o pide perdón pronto, no acumules odio, al contrario, cultiva amor, el amor de Cristo.

• Aprende: ¿Por qué es pecado aborrecer a tu hermano?
• Vive: Lee Mateo 5:38-42. Responde, ¿de qué manera puedes usar este pasaje para servir a otros mostrándoles amor? El odio puede ser una pasión que te acapara, ¿cómo puedes imitar a Cristo? Responde leyendo Romanos 5:8. Ora al Señor pidiéndole un corazón como el suyo.
• Lidera: Comparte este devocional con otra mujer que tiende a ser rencorosa y a guardar odio hacia otros. Ora por ella y acompáñala al repetirle estas verdades.

Oración

Padre, ¿quiénes somos para no amar a otros?, ¿quiénes somos para odiar a otras personas creadas a tu imagen y semejanza? Aunque no es fácil amar a todos, guarda nuestros corazones de odiarlos y buscar venganza, especialmente contra nuestros hermanos y hermanas. Ayúdanos a amarte más a ti para amar a otros, pues la base de nuestro amor es el amor de Cristo. Perdónanos por odiar y guardar rencor. Haznos crecer a la imagen de Cristo. Amén.

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