Quiero Dejar El OdioMuestra

EL ODIO ES UN PECADO MÁS QUE RESOLVEMOS PRACTICANDO EL EVANGELIO DE CRISTO.

Si bien es cierto que el odio es lo opuesto al amor, también es cierto que el amor es el remedio al odio. ¿Por qué? Porque el amor cubre multitud de pecados (1 P 4:8), y eso incluye al odio. Pablo dijo: «Nunca paguen a nadie mal por mal. En cuanto de ustedes dependa, estén en paz con todos los hombres. Amados, nunca tomen venganza ustedes mismos, sino den lugar a la ira de Dios… no seas vencido por el mal, sino vence el mal con el bien» (Ro 12:17-19a, 21).

El odio nubla nuestro entendimiento para ver la situación según Dios la ve. La Biblia dice que la manera en adquirir los lentes de Dios es leyéndola para ver primeramente nuestro corazón si es que hay mentira dentro de nosotras cegando la verdad (Sal 119:4). Muchas veces creemos que no hay odio en nuestro corazón o que ya hemos perdonado a una persona, sin embargo, no podemos estar en el mismo lugar repasando o murmurando en nuestra mente lo que hizo. La Biblia dice: «El que oculta el odio tiene labios mentirosos, y el que esparce calumnia es un necio» (Pr 10:18).

Si esto es así, te animo a que lidies con el odio inmediatamente, o Dios lidiará con él a su manera y muchas veces implicará sufrimiento de más: «Aunque su odio se cubra con engaño, su perversidad será descubierta en la asamblea» (Pr 26:26). Dios nos disciplina, por y con amor, cuando nuestro corazón se agrieta de odio y amargura, enojo y descontento. La soberanía de Dios es el fundamento para aceptar lo que sucede o no en nuestras vidas. Así que, despójate del odio en tu corazón recordando que la primera persona dañada al albergar odio y deseos de venganza eres tú, pues te aleja de Dios.

Entrega todo tu dolor, enojo o sentido de injusticia a Dios, pues Él sabe qué hacer en tu corazón y en la situación. Encárgate de estar bien en tu relación con Dios al no pecar contra otro hermano o hermana por quienes Cristo pagó sus pecados con su sangre, o si no es un creyente, a quienes Cristo te envía a modelar el evangelio. La Biblia sí nos manda a aborrecer u odiar algo: nuestro propio pecado (Pr 6:16-19). No tardes en lo que tienes que hacer, ve a Cristo, Él te perdona y te restaura.

• Aprende: ¿Cómo debes lidiar con el odio?
• Vive: Lee Lucas 6:27-28. ¿Qué dice el pasaje? Examina tu corazón y observa cómo respondes al odio de otros y si en tu corazón hay odio en respuesta al pecado.
• Lidera: ¿De qué manera te ayuda este devocional a amar a quienes no conocen a Jesús? ¿Cómo puedes servirlos?

Oración

Padre amado, te damos gracias por tu Palabra que nos trae convicción de pecado por medio del Espíritu Santo. Ayúdanos a amar a otros, servirlos y no pagarles con mal. Descansamos en tu justicia y en sabernos llenas de ti. Ayúdanos a dar el amor que tú nos has dado y a evitar el odio, rencillas y enojo en nuestros corazones. En Cristo, amén.