Una Semana de EsperanzaMuestra

Dios está luchando por ti

Cuando comenzaron a cantar y alabar, el Señor puso emboscadas contra los hombres de Amón, Moab y el monte Seir que estaban invadiendo Judá, y fueron derrotados (2 Crónicas 20:22 NVI).

Tres naciones unieron sus ejércitos para marchar contra Jerusalén y el pueblo de Dios, los israelitas. Superado en número y en desventaja, el rey Josafat fue directamente al Señor. Dios respondió al rey por medio de un profeta: no temas; esta no es tu batalla; pertenece al Señor.

De camino al campo de batalla contra un enemigo muy superior, comenzaron a alabar a Dios. Sabían que Dios era quien luchaba por ellos, escuchaba sus oraciones, deseaba justicia y mostraba misericordia. Aunque su situación era terrible, tenían esperanza porque Dios tomó su batalla.

Podemos sentirnos abrumados, ansiosos, inseguros y temerosos, pero no libramos estas batallas solos. Cuando invocamos el nombre del Señor, Él asume nuestras batallas como suyas. Podemos cantar durante las dificultades gracias a quién lucha por nosotros.

¿Qué batallas has estado librando por tu cuenta? ¿Cuál ha sido tu respuesta?

Próximos pasos

Mira las batallas que estás librando. ¿Dónde juega Dios un papel? ¿Le has dado la batalla a Él? Piensa en tu respuesta en la batalla. ¿Le has estado dando al enemigo un lugar en tu vida debido a tu forma de responder? Un punto de apoyo podría ser cualquier cosa, desde un diagnóstico que ha creado ansiedad, o amargura por cómo avanza una relación y mucho más. Ora para que el Señor tome el control de la batalla, invita a las personas a unirse a ti en oración, has lo que el Señor dice y alábalo en cada paso del camino.