Una Semana de EsperanzaMuestra

Te importa lo suficiente como para cargarlo

Llegaron unos hombres y le trajeron un paralítico, llevado por cuatro de ellos. Como no podían llevarlo hasta Jesús debido a la multitud, hicieron una abertura en el techo sobre Jesús cavando a través de ella y luego bajaron la camilla sobre la que yacía el hombre. Cuando Jesús vio su fe, le dijo al paralítico: “Hijo, tus pecados te son perdonados” (Marcos 2:3-5 NVI)

Vivimos en una sociedad egocéntrica y un mundo autosuficiente. Aunque el principio de trabajar duro para lograr tus objetivos es bueno, eventualmente necesitarás más fuerza.

Al hombre de esta historia no sólo se le acabaron las fuerzas en las piernas; no tenía ninguna fuerza en sus piernas. Eso, combinado con una multitud abrumadora, le impidió llegar hasta quien podía curarlo. Sin embargo, cuando le faltaban fuerzas, sus amigos podían ayudarle. No sabemos cuánto tiempo han sido amigos; sólo sabemos que se preocuparon lo suficiente como para llevarlo.

En épocas difíciles, necesitas amigos que puedan ayudarte. No sólo llevarte, sino llevarte al lugar correcto. Si tus amigos te tienen en un lugar que no te ayuda a conseguir lo que necesitas, no son el tipo de amigos adecuado.

¿De quién te has rodeado? No conozco tu situación y no dudo que estés pasando por algo difícil. En medio de esta dificultad, ¿quién tiene voz en tu vida? ¿Qué te dicen que hagas? Lo que estos amigos hicieron por el paralítico es lo que necesitamos en nuestras vidas; lo llevaron a Jesús.

Próximo paso

Encontrar los amigos adecuados de quienes rodearse requiere trabajo. Una buena pregunta que debes hacerte es si tú y tus amigos van en la misma dirección. ¿Persiguen a Jesús como lo haces tú? Si no tienes eso, conéctate con un ministerio en su iglesia local y utilízalo como punto de partida para encontrar a esos amigos. El propósito de la iglesia local es conectarnos mientras caminamos en nuestro camino de fe.