¿Contradicciones o complementos?Muestra

«Apocalíptico y escatológico» 

El reino es como una pequeña semilla que se va desarrollando poco a poco, pero con firmeza; semilla buena, pero que por ahora crece junto a la mala hierba, pero que no limita ni impide su crecimiento. Este crecimiento del reino, se realiza continuamente a través de los pequeños triunfos de liberación que se efectúan a través de la historia. 

La salvación no se debe entender, en primer lugar, como una operación de rescate por medio de la cual, aquellos que se han de salvar serán sacados de este mundo, creyendo que este no tiene futuro ya que está condenado finalmente a desaparecer. La salvación se revela en términos de transformación. Porque el mundo no es la maldad, la maldad está presente en la medida que el hijo de Dios no se manifieste. La salvación no es sinónimo de dejar de existir, sino de existir en este cuerpo y en esta tierra, para manifestar a Cristo quien ahora nos habita, vivir en el reino establecido por Cristo.

Salvarse no significa que seamos apartados de este mundo, sino que Dios mismo viene a este mundo para salvarlo transformándolo en la plenitud de su imagen. Éste es el objetivo de la creación: convertirse en el ícono de la Trinidad,  para exteriorizar la propia existencia de Dios en el ámbito de su creación. Se trata de una integral, completa y estructural transfiguración y revolución de la realidad de los seres humanos; es el cosmos purificado de todo mal y lleno de la realidad de Dios. 

El reino no ha de estar en otro mundo sino que es el viejo mundo transformado en uno nuevo; pues somos nuevas criaturas, que expresan el nuevo hombre para manifestar la nueva creación en esta tierra. Descubrir el reino de Dios, es descubrir la dimensión completa del carácter inevitablemente histórico de nuestra fe. Nuestro Dios, es el Dios de la historia; ha entrado en la historia, tiene un propósito y un plan para la historia, y nos los ha mostrado en Jesús. Nosotros, el cuerpo de Cristo, tenemos un propósito para permanecer en la tierra, en este tiempo es necesario cumplir ese propósito, sin distraernos pensando solamente en lo que sucederá a futuro, sino considerando y actuando sobre nuestra responsabilidad hoy.