Momentum: Mantener El Agarre En La PalabraMuestra

«Un repaso necesario»

En tanto comienzas tu viaje por la memorización de las Escrituras, recuerda que cada parte del agarre de la Palabra, construye  mayor afianzamiento en ella. 

Memoriza con un propósito y un plan. Dios creó la mano con cinco dedos para que trabajen juntos para abrir una puerta, levantar un vaso de agua, o hacer muchas otras cosas diariamente. El dedo meñique no tiene la fuerza para abrir una puerta por sí solo. De la misma manera, para empezar a afianzar el agarre en la Palabra de Dios, debes comenzar a memorizarla. La disciplina de memorización es esencial, así como el dedo meñique es esencial para agarrar, pero es solo el principio.

Medita, mastica la Palabra y considera su significado. La segunda parte del garre de la Palabra, meditar, puede compararse con el dedo anular de una mano. Llevé mi anillo de grado en mi dedo anular, que simbolizaba el tiempo y compromiso que me llevó ganar mi grado. Meditar en la Palabra de Dios toma tiempo, pero tiene sus beneficios de un profundo conocimiento de las Escrituras y el carácter de Dios.

Movilízate, aplica la Palabra a tu vida. Adquirir conocimiento a través de la meditación en la Palabra memorizada, puede llevarte a orgullo espiritual, a menos que, uno haga lo que dice para movilizar la Palabra a tu vida. El tercer paso esencial en el proceso de tomar su Palabra en el corazón es aprender a aplicar el conocimiento de la Escritura a las circunstancias de la vida real, o movilizar la Palabra de Verdad en tu vida. Ayuda a crecer fuerte  en tu caminar con Cristo, así que puede simbolizarse con nuestro tercer dedo o dedo medio, porque es el más grande y la parte más fuerte del agarre.

Marcado, transformado por la Palabra. Cuando movilizas la Escritura en tu vida, serás marcado para siempre por Dios de una manera tan dramática que la gente comenzará a notar tu transformación. El proceso de marcado se compara con tu dedo índice, porque los demás comienzan a notar y mostrar las maneras en que comienzas a pensar, actuar, amar o parecerte más a Jesús.

«Momentum», manteniendo el agarre en la Palabra. Finalmente el pulgar, sostiene a los otros cuatro dedos para agarrar juntos, justamente como practicando el «momentum» espiritual te permitirá agarrar fuertemente la Palabra de Dios durante tu vida y finalizar tu jornada con una corona que nunca será quitada. Una vez que la Palabra se enraíza en tu corazón, te dará conocimiento de tu Creador y desarrollarás un corazón obediente, una confianza profunda en quien te ama como ningún otro. Podrás manifestar a Cristo en tu vida, cada día, y entenderás que cumples el propósito eterno por el cual fuiste colocado en esta tierra.