TODAS LAS COSAS NUEVAS

REFLEXIÓN

Dios, quien en el principio creo todas las cosas buenas, ahora está al final y haciendo todas las cosas nuevas. La visión máxima de Dios es restauración. El sufrimiento e injusticia de nuestro mundo quebrantado encuentran sanidad y bienestar en el Reino eterno. Hemos sido invitados a participar en esta obra de renovación mientras vivimos compasivamente y buscamos la visión máxima de Dios a través de relaciones con Dios y con otros.

Dios no está esperando hacer todas las cosas nuevas algún día lejano. Dios está haciendo las cosas nuevas hoy. Y nuestras acciones hoy importan en la eternidad. Si permitimos, Dios usará nuestra compasión para hacer las cosas nuevas. Si lo permitimos, Dios usará nuestros esfuerzos por traer justicia para hacer las cosas nuevas. Si lo permitimos, Dios obrará a través de nuestras relaciones reconciliadas para hacer las cosas nuevas.

En Surprised by Hope (Sorprendido por la Esperanza), el teólogo N. T. Wright dice, “Todo el punto de lo que Jesús estaba tratando era que Él lo estaba haciendo cerca, y en el presente, lo que había prometido a largo plazo en el futuro. Y lo que estaba prometiendo para ese futuro y haciendo en el presente no era salvar almas para una eternidad incorpórea, pero estaba rescatando personas de la corrupción y la decadencia en la manera que el mundo está actualmente para que puedan disfrutar, ya en el presente, esa renovación de la creación el cual es el propósito final de Dios –y así ellos puedan venir a ser colegas y socios en ese gran proyecto”.

ORACIÓN FINAL

Dios, Tú eres el Alpha y la Omega, el Principio y el Fin. Toda la vida empieza contigo y termina contigo. Danos un vistazo de tu visión final para que seamos movidos a unirnos en la renovación presente. Que podamos asociarnos contigo mientras guías al cielo y la tierra. Amen.

PASOS DE ACCIÓN

• Invierta tiempo en oración pidiendo a Dios que le revele la visión del Reino de Dios. • Considere las maneras que Dios ha traído cosas nuevas a su propia vida, y dele gracias.
• Por todo un día, ponga atención a sus interacciones con las personas. ¿Cómo podría usar Dios sus relaciones para ofrecer restauración y cosas nuevas?
• Comprométase a orar el Padre Nuestro todos los días por un mes y vea lo que Dios le revela acerca de maneras específicas que usted puede participar en la edificación del Reino de Dios en la tierra, así como en el cielo.
• Reúnanse como iglesia para estudiar las enseñanzas de los valores del Reino para motivar crecimiento espiritual y participación compasiva en su comunidad y alrededor del mundo.