7 Días De CompasiónMuestra
JUSTICIA
REFLEXIÓN
De acuerdo a las palabras dadas al profeta Isaías, es bueno asistir fielmente a los servicios de adoración, invertir horas leyendo nuestras biblias, orar y ayunar regularmente. Pero si la manera en que vivimos nuestras vidas no nos lleva a un cuidado activo por otros, entonces Dios no está complacido. El acto de ayuno descrito en Isaías 58 busca por algo bueno externamente, pero todavía no es aceptable para Dios. La razón es que las acciones que acompañan al ayuno incluyen opresión a los trabajadores por ganancia personal, pleitos y disputas, y herir con un “puño inicuo” (versos 3-5).
Dios está interesado por el bienestar de todas las personas. El ayuno que Dios escoge es aquel que trae libertad y desata los lazos de injusticia. La justicia a la cual Dios nos ha llamado es aquella que es relacional; la justicia de Dios es fundamentalmente una justicia restaurativa la cual sitúa correctamente al mundo y a las relaciones.
Compartir el pan en este caso, es más que dar comida a aquellos en necesidad; es el cuadro de partir el pan juntos, de compartir un alimento en relación. Traer al “pobre desamparado” es más que proveer una cama y una cobija; es mostrar hospitalidad a aquellos que han sido marginados, aquellos que no pueden cuidarse por sí mismos, aquellos que están buscando un refugio. Cubrir a los que están desnudos es más que limpiar nuestro ropero y dar nuestras ropas gastadas y desechadas a una caridad; es ofrecer una ropa decente –y la dignidad que la acompaña- para aquellos que visten ropas gastadas o ropa que no les calienta. No esconderse de su hermano es más que contestar el teléfono cuando un familiar llama; es estar totalmente disponible para tus familiares y ofrecerles generosamente ayuda cuando la necesitan.
La verdadera santidad es un amor de Dios que guía a vivir en los caminos de Dios. Este amor guía a un cambio de corazón que afecta el cómo tratamos a otros. Es imposible amar a Dios y no amar a otros. Las palabras que se encuentran en 1 Juan 4:20 lo dice claramente: “Si alguien afirma: «Yo amo a Dios», pero odia a su hermano, es un mentiroso; pues el que no ama a su hermano, a quien ha visto, no puede amar a Dios, a quien no ha visto”.
Vivir como pueblo santo de Dios es como representar la justicia de Dios a través de la acción. Nuestras vidas personales y nuestras comunidades deben reflejar la preocupación de Dios por otras personas, especialmente aquellos que están hambrientos, pobres, u oprimidos. Sin amor compasivo por otros, aún estas acciones buenas podrían fácilmente a llegar a ser actos vacíos, con un sentido de obligación en vez de amor.Dios se complace cuando el compartir viene a ser parte de lo que somos, en vez de actos de caridad en una lista religiosa.
Dios se complace cuando comenzamos a ver a otros como personas que fueron creadas a la imagen de Dios y cuando nuestro amor por Dios resulta en un esfuerzo compasivo por desatar las ataduras de injusticia para otros.
ORACIÓN FINAL
Dios de justicia, queremos complacerte en nuestros actos de adoración, y queremos que nuestro amor por ti cambie la manera cómo nos relacionamos con otros. Ayúdanos a esforzarnos para ser canales de su amor que rompa las cadenas de injusticia en nuestro mundo. Úsanos para restaurar nuestro mundo y establecer las relaciones correctamente. Amen.
PASOS DE ACCIÓN
- Invierta tiempo en oración, pidiendo a Dios que nos muestre las maneras en que nuestras propias acciones pudieran contribuir hacia una injusticia para otros. Pídale a Dios que le revele maneras específicas que usted pueda compartir y actuar de manera que asegure que otros tienen lo que necesitan también.
- Como iglesia, considere organizar una cena para la comunidad en donde usted parta el pan juntamente con sus vecinos que quizás estén en necesidad.
- Si vive usted en un área fría, considere organizar un día de donaciones de chamarras y calcetines para beneficiar a los vecinos en necesidad. Pida artículos nuevos o ligeramente usados.
- Después, considere maneras que su iglesia puede apoyar ministerios que ayuden a las personas a encontrar trabajo para que ellos puedan comprar con dignidad su propia comida y ropa.
Escrituras
Acerca de este Plan
Un devocional de parte de Ministerios Nazarenos de Compasión
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Nos gustaría agradecer a Iglesia del Nazareno América del Sur por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.mncsam.org/