Alcanza tus Sueños.Muestra

DIOS DE IMPOSIBLES.

¿Has pensado que tus sueños son imposibles de alcanzar? Muchas veces yo también lo he pensado, sin embargo, hoy quiero compartir contigo lo que he aprendido. Dios no solo es Padre Bueno, sino que Él es Dios TODOPODEROSO, tal cual, como lo lees, TODOPODEROSO, es decir no hay nada que Él no pueda hacer. Él no está limitado ni por el tiempo, ni el espacio, ni la materia, nada lo puede contener, nada lo puede detener ¡Ese es tu Papá!

A medida que crecemos nos llenamos de tanta realidad, que en ocasiones perdemos la habilidad de soñar, por nuestras circunstancias, limitaciones, economía, etc. Pero hoy quiero compartir contigo algunas cosas que Dios ha hecho y aún el ser humano no logra comprender cómo lo hizo:

· Abrió el mar en dos, para que el pueblo de Israel pasara.

· Hizo al pueblo de Israel que era esclavo, libre y rico en un solo día.

· Les envió maná del cielo y agua de la roca para sustentarlos.

· Hizo que los enemigos de su pueblo se confundieran y huyeran.

· Derribó las murallas de Jericó, solo con el grito de su pueblo.

· Convirtió el agua en vino.

· Sanó a un hombre solo con enviar la palabra.

· Resucitó a una niña.

· Dio la vista a un ciego.

· Hizo que un pez les diera monedas.

¡Wow! Cuántos milagros tan diversos encontramos en la Biblia, los anteriores solo son algunos ejemplos que nos reflejan el poder y la creatividad de nuestro Dios. Para Él no hay nada imposible.

Ni la naturaleza, ni la enfermedad, ni la economía, ni los enemigos, nada puede detener a nuestro Dios. Así que, nada de lo que has soñado es imposible, pues no estas creyendo que lo harás en tus propias fuerzas, sino que Dios te ha dotado de la fe suficiente para alcanzar tus sueños, úsala, deja de ver tus circunstancias y empieza a ver la grandeza de Dios. Te darás cuenta que a medida que meditas en su grandeza, tu fe crece.

Ningún sueño es imposible si puedes creer que Dios puede y quiere darte la habilidad para alcanzarlo.

Hoy toma un tiempo para pensar en tus sueños, y después compara tu sueño con la grandeza de Dios. Una vez que lo hayas hecho, dale gracias a Dios porque Él no solo puede darte tus sueños, sino que también quiere hacerlo.