Alcanza tus Sueños.Muestra

DIOS EL DADOR DE SUEÑOS.

Cada uno de nosotros nacemos con un diseño específico y con un propósito dado por Dios para nuestras vidas. Ese propósito lo podemos entender como el sueño que Dios pensó para ti y para mí.

Cuando descubrimos esos sueños encontramos el rumbo de nuestras vidas, el sueño de Dios nos direcciona acerca de lo que debemos hacer, nos empodera para que nuestra vida tenga sentido y nos da un porqué y un paraqué; por lo tanto, es de vital importancia que lo descubramos.

En ocasiones podemos pensar que para nosotros no hay un sueño especifico. Sin embargo, eso no es así, Dios, a cada uno nos diseñó con propósitos. Existen sueños naturales y también existen sueños eternos, a esos son a los que nos referimos con los sueños de Dios. Así que, para recibir ese sueño es indispensable oír a Dios, pues Él es, el Dador de sueños.

La Biblia está llena de personas que recibieron un sueño de parte de Dios, por ejemplo;

· Abraham. Ser padre de multitudes, Dios mismo se lo dijo en Génesis 17:5.

· José el Soñador. Ser un hombre poderoso para gobernar. Dios se lo revelo a través de un sueño en Génesis 37: 5-1.

· Moisés. Liberar el pueblo de Israel de la esclavitud de Egipto. Es probable que Dios despertó ese sueño en su corazón a través de un deseo de ayudar, al ver la necesidad en la que estaban los hebreos (Israel). Éxodo 2:11-12, después Dios le confirma ese deseo a través de su voz en la zarza que no se consumía. Éxodo 3:1-10

· María. Ser madre del Mesías. Un ángel del cielo bajo y se lo anuncio. Lucas 1:26-38.

Cada uno de ellos recibió el sueño de Dios para su vida, Dios les habló de manera distinta, sin embargo Dios mismo les reveló su propósito.

Oír a Dios es la clave para descubrir el sueño que Él tiene para ti. Actualmente Él sigue hablándonos de diferentes formas, sin embargo, la manera más segura que tenemos de escuchar y distinguir la voz de Dios es a través de las Escrituras (la Biblia).

A partir de hoy, empieza a orar cada día pidiéndole que te enseñe a escuchar su voz. Jesús dijo: “Mis ovejas oyen mi voz y me siguen”. Pídele que te revele sus sueños para tu vida y te direccione en todo lo que Él quiere que hagas. Recuerda que no estás sola, que el Espíritu Santo está contigo y te guiará siempre a la voluntad de nuestro maravilloso Padre.