Cara a Cara Con Jesús - Una Meditación Para La CuaresmaMuestra

Un centurión romano tenía una autoridad inmensa para los estándares humanos. Tenía sirvientes y un grupo de soldados a los que comandaba. Este centurión era evidentemente distinguido, porque mostró compasión por las necesidades de uno de sus sirvientes. No se acercó a Jesús por un familiar, sino por un empleado. Además, parecía comprender el poder y la autoridad que Jesús poseía sobre el reino natural y sobrenatural que le implora que sólo "dijese una palabra" creyendo que la palabra que Él diga sanará a su siervo. Su fe es admirada por el propio Jesús y para colmo era gentil, no judío. Puede que fuera uno de los primeros gentiles que creyeron en Jesús y le tomaron la palabra.

A menudo olvidamos lo poderoso que es el nombre de Jesús. Olvidamos la autoridad que Él posee sobre los reinos visibles e invisibles. Vivimos con miedo y sin entender cuan poderoso es El. A menudo le damos más crédito y tiempo al diablo que al Rey de Reyes y Señor de Señores. ¡Puede que sea el momento de cambiar eso!

Hazte las siguientes preguntas:

¿Me he estado centrando en la intervención del enemigo en mi vida en lugar de centrarme en los planes de Dios para mí?

¿Cómo puedo vivir más confiado al ser consciente de la autoridad que Jesús tiene sobre todo lo que se ve y lo que no se ve?