Éxodo: Camino a La LibertadEjemplo

Expectativa vs Realidad

«Haremos todo lo que el Señor ha dicho y le obedeceremos».

Así fue como Israel respondió de manera unánime a las instrucciones que Dios les había dado a través de Moisés; acto seguido, Moisés rocía sangre sobre el pueblo, la alianza fue sellada. Nadie podría hallar aceptación delante de Dios, solo a través del derramamiento de sangre, en gratitud, el pueblo responde con un compromiso de obediencia.

Todos conocemos la montaña rusa que fue Israel en su relación con Dios, bastó solo una breve temporada en la que percibieron silencio de parte de Dios (40 días), y ya estaban fabricándose ídolos para satisfacer los deseos engañosos de sus corazones.

Demasiado pronto se han apartado del camino que les ordené seguir (Éxodo 32:28).

Esta es la expectativa de querer vivir de una manera, versus la realidad de nuestra naturaleza, que nos impulsa a vivir de otra. Este es el conflicto que Pablo plantea en Romanos 7:14.

La voluntad de Dios no es negociable para nosotros, en gratitud al sacrificio de Cristo nuestro compromiso de obediencia debe ser diario.

A veces solemos ser un tanto entusiastas a la hora de responder a alguna invitación de Dios, que demanda un compromiso total de parte nuestra, el exceso de confianza en nosotros mismos, y el no calcular el costo de lo que estamos asumiendo, podría llevarnos a renunciar de manera temprana, o a terminar haciendo las cosas a nuestra manera.

La sangre de cristo derramada en la cruz para perdón de pecados es el nuevo pacto que Dios hace con aquellos que vuelven su corazón a él. Ya no es necesario hacer sacrificios cada vez que fallamos, Cristo es el sacrificio perfecto ofrecido una única vez y para siempre.

Nuestra respuesta a esta hermosa verdad, no solo demuestra que tan agradecidos estamos con Dios por tanta gracia, sino que demás, exige un compromiso de obediencia a su voluntad todos los días.

El compromiso con hacer la voluntad de Dios, siempre será la respuesta de un corazón que está agradecido

En una escala de uno a diez, ¿cómo calificarías tu compromiso diario con Dios? ¿No solo en cuanto a anhelar vivir en su voluntad, sino también en cuanto a tu deseo de pasar más tiempo con él, e invertir en las cosas que a él le importan?

Oremos:

Gracias Dios por el sacrificio de Cristo en la cruz, sin su sangre, no habría forma de ser hallados justos ante ti. Ayúdanos a responder en gratitud, asumiendo el compromiso de vivir en obediencia a tu voluntad, descansando en que si fallamos, tu gracia nos sostendrá una vez más.