El niño que es SeñorMuestra
Jesús presentado en el templo
¿Te has sentado alguna vez en la iglesia y has visto cómo una pareja radiante se ponía de pie y dedicaba su pequeña y regordeta bendición al Señor? Algo así le ocurrió al niño Jesús.
Según las costumbres prescritas en el Antiguo Testamento, María y José llevaron a su hijo, Jesús, al templo de Jerusalén para que fuera dedicado. El niño era aún muy pequeño en aquel momento, tal vez de unas seis semanas.
Como parte del viaje, en la parte inferior del templo había lugares para la limpieza ceremonial y el lavado, todo prefigurando la obra que Jesús finalmente realizaría en la cruz, para limpiarnos de la injusticia y lavar nuestros pecados. Para mostrar que deseaban este sacrificio expiatorio, los peregrinos a Jerusalén se vestían de blanco. No hablaban de “ir” al templo, sino de “subir” al templo. Mientras subían físicamente los escalones, espiritualmente debían elevar su alma en alabanza, adoración y acción de gracias a Dios. A menudo, incluso cantaban los Salmos de ascensión de la Biblia, destinados a los peregrinos que iban al encuentro de Dios.
Este es el proceso que emprendieron José y María con su hijo recién nacido. Habrían viajado de Nazaret a Jerusalén, unos 225 kilómetros. Esto les habría llevado aproximadamente una semana, por lo que sabemos que se trataba de una familia muy seria y devota que amaba mucho a Dios. Lucas nos dice que hacían “conforme a lo que fue dicho en la Ley del Señor” (Lucas 2:24). Cuando esta frase aparece en Lucas, enfatiza una profunda devoción a Dios.
Reflexión:
José y María se esmeraron en viajar a Jerusalén, hacer un sacrificio y dedicar a Jesús en el templo. Lo hicieron por obediencia amorosa a Dios, no por obligación religiosa. Cuando se trata de dar, servir y asistir a la iglesia, ¿cuál es la motivación de tu corazón?
Escrituras
Acerca de este Plan
Cada Navidad, el mundo entero se detiene para celebrar el nacimiento de la persona más importante en la historia del mundo: ¡Jesucristo! En el devocional diario “El niño que es Señor”, estudiaremos los grandes detalles que rodean esta entrada de Dios en la historia de la humanidad, que cambió vidas, alteró la historia y salvó almas, tal como se registra en Lucas 1-2.
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Nos gustaría agradecer a Mark Driscoll por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://realfaith.com/