La Infidelidad, La Autoestima & El PerdónMuestra

Día 1: El gran dolor

Un día pasó lo que nunca pensaste que pasaría. Un día descubres lo que nunca hubieras querido descubrir. Un día en el que sientes que tu mundo entero se derrumba y sinceramente no tienes idea si podrás ponerte de pie de nuevo. Todo pareciera indicar que “no”. Es tanto el dolor, que desearías que todo fuera una pesadilla. Pero no. Es real, la persona a la que amas y la que se supone te ama ha traicionado tu confianza y decidió serte infiel.

Sé que el dolor es indescriptible y que eres tú quien lo está sintiendo en este momento. Sé que puedes pensar que nunca lo dejarás de sentir, que tal vez otras personas han logrado superarlo pero que tú no lo ves posible. La traición duele en lo más profundo del alma, pero hoy quiero que comiences este plan teniendo una luz de esperanza, una luz que hoy te dice en medio de esta oscuridad que sientes que:

¡EL DOLOR SE VA A TERMINAR! Esa herida abierta que hoy ves sangrando se puede sanar y se convertirá en una cicatriz que ya no dolerá.

¡EL DOLOR SE VA A TERMINAR!. Que esa herida abierta que hoy ves sangrando se puede sanar y se convertirá en una cicatriz que ya no dolerá. y ves sangrando se puede sanar y se convertirá en una cicatriz que ya no dolerá.

La sanidad es una jornada, un proceso, no es un acto instantáneo, por lo tanto, es muy importante que te prepares para la misma pues tu sanidad dependerá de tus decisiones y de los recursos que busques y utilices para hacerlo. El tiempo que viene es una jornada que no es fácil, es una jornada en donde tus emociones y sentimientos estarán como una montaña rusa, habrán días malos, otros mejores y poco a poco días buenos.

Hoy te felicito por estar acá iniciando este plan. Eso me dice que en primer lugar estás buscando al recurso número uno por excelencia: DIOS tu Creador y eso, es una garantía segura de que no estarás sola (o) atravesando esta jornada.

Hoy, en este primer día en donde hemos hablado del gran dolor, quiero decirte que además de sanar, lo que hoy puedes sentir como el dolor más grande de tu vida, un día se convertirá en un aprendizaje increíble, en una experiencia inolvidable (porque no la olvidarás, pero cuando recuerdes no habrá dolor), en un desierto que atravesaste y del cual no serás la misma persona cuando salgas; pero ante todo, si te sueltas en los brazos de Dios, entonces experimentarás lo que se siente ir en Sus brazos mientras te sana.

La infidelidad es de esos desiertos en donde finalmente solo ves unas huellas en la arena. Y mientras lo transitas, entiendes que son las huellas de Dios quien te lleva en sus brazos, porque muy seguramente en tus fuerzas jamás podrías atravesarlo.

Comencemos esta jornada con las promesas que irán delante de ti, de día y de noche, recuerda no vas sola(o).