La Infidelidad, La Autoestima & El PerdónMuestra

Día 2: Desahógate

La infidelidad trae un dolor tan grande que no puedes dejarlo guardado, necesitas exteriorizarlo, necesitas sentirlo, gritarlo, llorarlo, hablarlo cuantas veces sea necesario.

Quise dedicar un día en específico a este paso tan importante como lo es el de “desahogarnos”. Y es que me encanta esta palabra sobre todo cuando de infidelidad se trata, hay tantas emociones y sentimientos a flor de piel que muchas veces ni siquiera sabemos cómo expresarlos pero literalmente nos están ahogando, por eso necesitamos que salgan, necesitamos respirar.

Por lo general, cuando una persona busca ayuda respecto a la infidelidad, las personas le quieren llevar a que perdone y estoy de acuerdo con lo importante que es el perdón en estos casos (ya hablaremos de eso), pero yo puedo decir que cuando apenas se está asimilando lo que pasó, es casi inconcebible pensar en “perdón”, por esa razón quise darle un orden a esta jornada, siendo sensible a lo que se experimenta en esos momentos.

Mucha tristeza, dolor, rabia, ira, desilusión, desesperanza, sentimientos de derrota, rechazo, inferioridad, desaprobación, autoestima en el piso, poco valor, pocas fuerzas, desamor, inseguridad, miedo, dudas, impotencia, frustración, etc., ¿te suenan familiares estas emociones y sentimientos?

Hoy, si aún no has expresado todo lo que sientes, este es el momento de hacerlo. Yo siempre recomiendo escribir, pero busca la mejor forma en la que sientas que debes y necesitas hacerlo. Si tienes a alguien con quien hacerlo hazlo, si no entonces hazlo con Dios, recuerda que vas en sus brazos y Él está ahí no solo para escucharte, sino para validarte y abrazarte. Recuerda que Él sabe muy bien lo que siente ser traicionado.

Desahogarte te libera, te quita el peso que estás cargando, exprésate, no te guardes nada, respira y siente como poco a poco te sientes más ligera(o).

Hoy entrega todo esto que sientes en las manos de Dios, inhala su paz que tanto la necesitas ahora y continua haciéndolo cuantas veces lo necesites, te aseguro que no será solo hoy.

Espero que hayas podido descansar, el objetivo de hoy era ese, soltar lo que nos pesa, decir lo que se ha callado, gritar lo que duele, escribir lo que se siente y así poder volver a respirar, respirar la paz, el consuelo y el descanso que solo Dios puede dar.

Hoy descansa…