La Vida En El Reino De DiosMuestra

“El reino produce frutos en sus ciudadanos”

El crecimiento del reino de Dios, que es la vida de Cristo en el creyente, es una actividad espiritual e interna: “...sin que él sepa cómo...”, (Marcos 4:27b). El resultado natural de un proceso de crecimiento en una planta, es el fruto. La vida del reino de Dios en un creyente, de igual manera, produce y manifiesta el fruto del Espíritu. 

En Marcos 4:28 leemos, “La tierra da fruto por sí sola...”. Va más allá del entendimiento, los esquemas y las estructuras religiosas, que algunas veces más bien estorban su crecimiento. Podemos reconocer qué clase de fruto dará una planta por medio de su semilla. Tal es la semilla, así será el fruto.

El crecimiento es de adentro hacia fuera. Su vida entra en lo profundo de nuestro ser y es allí donde inicia su crecimiento y su proceso transformador. La semilla, es el mensaje del reino de Dios y el reino es una persona, Cristo. La vida de Cristo es sembrada en nosotros por su gracia. Por lo tanto, el fruto, es la calidad de vida que está en Cristo manifestándose en y a través de nosotros.

El problema humano no está fuera de él, sino dentro. La solución, no viene de afuera sino que se activa dentro de cada uno. Quien tiene el reino de Dios dentro de sí, tiene a Dios mismo. Por eso, Cristo habita en el creyente y nos hace reproducir la misma clase de fruto, de acuerdo a la semilla plantada en nuestro espíritu.

Una característica de la vida del reino, es que sus herederos demuestran en sus hechos y declaran en sus dichos, el carácter del Rey, pues enseñamos lo que sabemos, pero reproducimos lo que somos.

La naturaleza de gobierno, es el inherente deseo de todo ser humano para controlar y regular el entorno y las circunstancias, a esto le llamamos administración. Cuando no entendemos esta distinción, manipulamos y abusamos de los demás y frustramos la expresión propia del fluir natural de la vida dada por Dios. 

¿Qué fruto estás manifestando? ¿Muestras en tus hechos y en tus dichos, el carácter del Rey? Hoy te invitamos a reflexionar sobre tu crecimiento en el reino de Dios, ¿en qué punto de madurez te encuentras? ¿Qué debes hacer para seguir creciendo en el fluir natural de la vida dada por Dios en ti?