40 Días de AdoraciónMuestra
Hoy me gustaría explorar otra oración sencilla: “Jesús, perdóname”. Para algunas personas, la palabra perdón es incómoda o dolorosa porque la asocian con el fracaso y la vergüenza. Sin embargo, el perdón no se trata de avergonzarte: se trata de sanarte y liberarte.
Jesús dijo: “Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para salvarlo por medio de él” (Juan 3:17). Con demasiada frecuencia, dejamos que nuestros errores generen autocondenación. Pero ese no es el objetivo de Dios, ni es su forma de motivarnos a cambiar.
La palabra “salvar” en este verso significa rescatar, liberar o ayudar. Dios no está buscando castigarte o hacerte sentir como un fracaso por los errores que has cometido, sino más bien rescatarte. Por eso, una oración pidiendo perdón trae sanidad y libertad. La Biblia dice: “Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonarnos nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad” (1 Juan 1:9).
La confesión debería ser una práctica diaria porque evita que algo se interponga entre tú y Dios. Cuando Jesús enseñó a sus discípulos la oración que ahora llamamos el Padrenuestro, una de las cosas que les instruyó a orar fue “perdónanos nuestros pecados” (Lucas 11:4). Reconocía que, debido a nuestra naturaleza humana, cometemos errores y mantenemos actitudes equivocadas de manera regular, lo que significa que necesitamos buscar el perdón de Dios por esas cosas todos los días.
El punto no es suplicar a Dios que te perdone en contra de Su voluntad. Recuerda, en Jesús, tus pecados son perdonados. La gracia de Dios es infinita y constante. La oración “perdóname” se trata de que reconozcas tus errores y regreses a Dios. El pecado oculto y no confesado te envenena desde adentro. Crece y se propaga como un cáncer. Cuando abres tu corazón a Dios, permites que Su poder sanador te limpie y transforme. Reconoces que deseas vivir de manera diferente y le pides Su gracia para tomar decisiones mejores en el futuro.
Mientras pasas tiempo a solas con el Señor esta mañana, permítele examinar tu corazón y ver si hay algo de lo que necesitas arrepentirte y apartarte. Examina tus actitudes, acciones, palabras, relaciones, finanzas; no retengas ninguna área de la presencia del Espíritu Santo. Si has cometido errores o estás viviendo de una manera que sabes que no es sabia ni agradable a Dios, ora: “Jesús, perdóname”. Es el camino más rápido de regreso a la paz, al amor y a la alegría.
Preguntas para Reflexionar
- ¿Qué significa para ti la palabra “perdón”?
- ¿Cómo te brinda el perdón de Dios sanidad y libertad?
- ¿Hay áreas o acciones por las que necesitas pedirle a Dios perdón? ¿Cuáles son y estás dispuesto a entregárselas y comenzar a hacer cambios positivos?
Acerca de este Plan
Bienvenido a la Experiencia de Adoración de 40 Días, un viaje personal y transformador en la presencia de Dios. Te animo a que encuentres un espacio tranquilo para estar a solas con el Señor durante quince minutos cada mañana. La adoración comienza entregando nuestra voluntad a la voluntad de Dios. Es en esos momentos íntimos en Su presencia que recibimos Su amor.
More
Nos gustaría agradecer a Dr. Mark Jones por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://bewithjesus365.org/