40 Días de AdoraciónMuestra

¿A quién le dices regularmente “Te amo”? ¿Quizás a tu cónyuge? ¿A tus hijos? ¿A tus padres? ¿A un amigo cercano? ¿A tu perro? Con la excepción del perro, esperamos que todos respondan “Te amo” de vuelta (aunque los perros tienen sus propias formas de mostrar amor, por supuesto).

Expresar amor es algo hermoso. Como seres humanos, fuimos creados para amar y ser amados. Es parte de nuestra naturaleza. Necesitamos sentirnos apreciados, valorados, cuidados y aceptados. Esta necesidad de amor proviene del mismo Dios, que es amor. Por eso, la simple oración “Jesús, te amo” es tan importante. Toca una necesidad humana profunda, una que nos conecta con Dios.

Nada puede igualar la profundidad del amor de Dios, y Su amor satisface nuestra necesidad innata de ser valorados. Es intrínseco a la naturaleza de Dios amarnos, y nuestra respuesta sincera es simple: amarlo a Él también.

El amor no puede ser forzado ni fingido, pero ciertamente puede crecer. Si piensas en cómo se desarrollan tus amistades o cómo surge un romance, verás cómo el crecimiento del amor es un reflejo del tiempo compartido, de conversaciones y experiencias compartidas, de momentos de vulnerabilidad y apertura.

Eso es lo que sucede durante estos quince minutos a solas con el Señor cada mañana. Estás desarrollando una relación. Estás aprendiendo a recibir el amor de Dios y a expresar tu amor por Él. Te sientes más cómodo con Él y aprendes a ser vulnerable y confiar en Su presencia.

Recuerda, el amor de Dios por ti es la parte más importante de esta relación. Si te sientes inseguro en tu fe, o si has cometido errores y sientes vergüenza o culpa, o si la vida es difícil y luchas con el miedo o el dolor, puedes confiar en el amor inmutable de Dios. La Biblia dice en Efesios 2:4–5: “Pero Dios es tan rico en misericordia y nos amó tanto que, a pesar de que estábamos muertos por causa de nuestros pecados, nos dio vida cuando levantó a Cristo de los muertos (¡Es solo por la gracia de Dios que ustedes han sido salvados!)”. Él te amó mucho antes de que lo buscaras, y no te rechazará ahora.

Esta mañana, comienza a expresar tu amor a Dios. “Jesús, te amo”. Mientras dices las palabras, deja que tu corazón encuentre seguridad en Él. Inclínate hacia la relación, buscando sentir Su presencia y escuchar Su voz. Él está cerca de ti, y Su amor te está acercando.

Preguntas para Reflexionar

1. ¿Cómo afecta tu visión del amor de Dios entender que Él te amó primero, incluso antes de que lo conocieras?
2. ¿Por qué crees que es importante expresar tu amor hacia Dios?
3. ¿Cómo describirías el amor de Dios hacia ti? ¿Cómo ha cambiado esa comprensión con el tiempo?