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Conoce el amor así: 21 días para descubrir el corazón de Dios para ti

DÍA 10 DE 21

El silbido de papá

Dana Stone

«Mis ovejas oyen Mi voz; Yo las conozco y me siguen. Yo les doy vida eterna y jamás perecerán, y nadie las arrebatará de Mi mano.». –Juan 10:27–28

Mi esposo y yo tenemos cuatro hijos y siempre hemos sido una familia muy unida y activa. Cuando nuestros hijos eran pequeños, estábamos en constante movimiento entre deportes, eventos escolares y muchas actividades y viajes familiares. ¡Tratar de mantenerse al día con todos ellos fue un desafío! Si estábamos viendo el partido de uno de los niños, los demás a menudo se alejaban para jugar con otros niños; si estábamos de vacaciones caminando, a veces se nos adelantaban o se quedaban detrás, felizmente inconscientes de su entorno. Como la mayoría de los niños, a veces parecían ovejas, deambulando sin rumbo fijo de un lugar a otro, sin un destino real en mente.

Hacíamos todo lo posible por vigilarlos y saber dónde estaban, pero no siempre lo lográbamos. Cuando eso pasaba, siempre había algo que llamaba la atención de nuestros hijos en cuestión de segundos: el silbido de papá. No era un silbato de metal plateado brillante como el que usan los entrenadores. Este silbido era a la antigua: con dos dedos en la boca. El silbido de mi marido es tan fuerte, agudo y distintivo que nuestros hijos lo reconocen al instante.

Podríamos estar rodeados de cientos de personas con ruido por todas partes, y todo lo que mi esposo tenía que hacer era silbar una vez, y nuestros hijos inmediatamente se giraban para buscarlo. Debido a la profunda conexión que tenían con él y la confianza que había establecido con ellos, reconocían la importancia de prestar completa atención a su silbido. Entendían que su silbido significaba tres cosas: información, instrucción y seguridad. Sabían que cuando papá silbaba, necesitaba decirles algo, necesitaba corregir algo o los estaba manteniendo a salvo de algo. Como pastor de nuestro pequeño «rebaño», su silbido les brindaba estabilidad y seguridad porque sabían que él siempre los conduciría a pastos seguros.

¿Sabías que puedes experimentar esa misma estabilidad y seguridad en tu propia vida? ¿Puedes estar seguro de que serás conducido a pastos seguros? En Juan 10, Jesús contó la historia de un buen pastor y las ovejas que siguen su voz. Jesús dijo: «Pero el que entra por la puerta, es el pastor de las ovejas. A este le abre el portero, y las ovejas oyen su voz; llama a sus ovejas por nombre y las conduce afuera. Cuando saca todas las suyas, va delante de ellas, y las ovejas lo siguen porque conocen su voz.» (Juan 10:2–4). Jesús es nuestro Buen Pastor y anhela que nosotros, sus ovejas, escuchemos, reconozcamos y sigamos su voz.

Mis hijos conocían el silbido de mi marido porque pasaban tiempo con él. Cuando nos comprometemos a caminar en una relación de pacto con Jesús, también aprenderemos a reconocer su voz. Nuestra confianza y fe en su voz crece y se profundizan al leer su Palabra, mantener una conversación con Él a través de la oración y apoyarnos en la sabiduría y guía del Espíritu Santo.

A medida que nuestra relación con el Señor madura, también adquirimos la capacidad de discernir entre la voz del Pastor y la voz del ladrón, que «solamente viene a robar, matar y destruir» (Juan 10:10). Satanás no quiere nada más que llenar nuestra vida con tal confusión y caos que nos robe la capacidad de escuchar la voz del Padre. Pero la voz de Jesús pronuncia amor, paz y propósito. Silencia las mentiras del enemigo y permite que su verdad traiga libertad, esperanza y alegría a nuestras almas.

Así como el silbido de mi esposo llamaba a nuestros hijos a venir a él, el Buen Pastor está constantemente llamando a sus ovejas a seguirlo y experimentar una vida tan plena y libre que nada podrá alejarnos de su lado. ¿Puedes oírlo? Él te está llamando por tu nombre. Acércate a Él, sigue su voz y Él te conducirá a pastos seguros.

Oración

Padre, gracias por ser mi Buen Pastor. Deseo escuchar tu voz más claramente y caminar más cerca de Ti. Espíritu Santo, abre mis oídos a tu sabiduría y guía para que pueda vencer las mentiras del enemigo y mantenerme firme en la verdad de que Tú me guiarás a pastos seguros, aquí en la tierra y por toda la eternidad. En el nombre de Jesús, amén.

Para reflexión adicional

  • Lee Juan 10 y escribe todas las características del Buen Pastor, lo que hace por sus ovejas y cómo responden sus ovejas a su voz.
  • Reserva unos minutos cada día y pídele a Dios que te hable. Practica escuchar su voz y escribe lo que Él te dice.
  • ¿Qué te está diciendo el Espíritu Santo sobre la importancia de reconocer y seguir su voz?

Espíritu Santo, ¿qué me dices hoy?

Día 9Día 11

Acerca de este Plan

Conoce el amor así: 21 días para descubrir el corazón de Dios para ti

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Nos gustaría agradecer a Gateway Church por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://gatewaypublishing.com/

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