¿POR QUÉ NECESITO SILENCIO Y QUIETUD?Muestra

EL SILENCIO Y LA QUIETUD DERRIBAN NUESTRA PRONTITUD Y TRAEN PAZ

El silencio es por mucho la disciplina menos perseguida el día de hoy. Todo es ruido a nuestro alrededor. Ni hablar del ruido de nuestros propios corazones. Hay demasiadas cosas sucediendo que roban nuestra atención cada segundo que pasa. El mundo está corriendo, no caminando, y no está esperando por nadie. La pregunta es: ¿corremos en el tiempo del mundo o en el tiempo de Dios?

El Evangelio va contracultura y las disciplinas espirituales no son la excepción. Las disciplinas espirituales se encargan de matar los residuos de control, orgullo e independencia que aún arrastramos día a día. El silencio y la quietud son el arma más letal al continuo movimiento y tráfico de pensamientos que ocurre dentro de nosotras. ¡Qué necesario es estar en silencio!

Pablo les recuerda a los Colosenses que, si verdaderamente han resucitado con Cristo, el resultado inmediato es poner su mirada en las cosas de arriba, es decir, en los asuntos que se atesoran en el cielo. Precisamente porque no corremos en el tiempo del mundo, es que necesitamos acostumbrarnos a tener tiempos a solas con el Señor. Tiempos donde no emitimos palabra alguna, sino que solo meditamos en quién es Dios, lo que ha hecho e incluso, cómo nos hemos comportado y lo que hemos pensado para encontrar sabiduría en el susurro de Su voz.

Así que, exploremos juntas en este devocional cómo hacer del silencio y la quietud un hábito espiritual que nos ayude en nuestra relación con Dios, a tener descanso y paz, y sobre todo, a vivir en el tiempo de Dios priorizando lo que es más importante: conocerlo. Podemos disciplinarnos a estar quietas delante de Él, a aquietar nuestras mentes para meditar en un versículo, en un atributo de Dios, en una promesa o en la bendición de la salvación. El mayor propósito es crecer en adoración, fidelidad y obediencia a Dios.

• Aprende: ¿Qué es la disciplina del silencio y la quietud?
• Vive: Lee el Salmo 62. Subraya la palabra silencio. Describe a qué se refiere el salmista con hacer silencio. ¿Qué voz reafirma el salmista? (ver versículos 11 y 12) ¿En qué medita el salmista que puede afirmar que encuentra refugio en Dios? Luego, ora al Señor por su Palabra.
• Lidera: A medida que realizas este devocional, ora al Señor para comprometerte a ejercitar esta disciplina espiritual. Haz un calendario del tiempo, hora y versículo en el que meditarás. Invita a una amiga para hacerlo juntas.

Oración

Señor, nadie es mejor que tú. Nuestra alma solo te necesita a ti. Lo hemos afirmado con nuestros labios, pero no lo demostramos con nuestro tiempo durante el día. Ayúdanos a apartar un tiempo de silencio para encontrarnos contigo y practicar la quietud de todo. Ayúdanos a esperar en ti mientras nos deleitamos en una porción de tu Palabra o de tu carácter. Gracias porque podemos acercarnos confiadamente a ti y encontrar descanso del ruido en tu presencia, amén.