El Mesías PrometidoMuestra
El Siervo que Sufre
Cargando con Nuestro Sufrimiento
Lectura: Isaías 53:4; Mateo 8:14-17; Juan 9:1-7; 2 Corintios 12:9-10
EOAO: Isaías 53:4
Ciertamente, llevó él nuestras enfermedades y sufrió nuestros dolores, ¡pero nosotros le tuvimos por azotado, como herido y afligido por Dios!
En el texto
Cuando el profeta Isaías describió al Siervo Sufriente, describió a un Mesías que haría posible la salvación para toda la gente asumiendo Su sufrimiento. En nuestro texto de ayer vimos cómo Jesús asumió nuestro pecado y nos liberó del sufrimiento de la muerte. Él murió para que nuestros pecados fueran perdonados.
Pero, ¿qué hay de nuestro sufrimiento terrenal? Todas hemos experimentado angustia, enfermedad, pérdida, traición y abandono. Puede ser tentador creer que estas circunstancias dolorosas son el resultado de nuestro pecado. Esta era una creencia común en tiempos de Jesús, donde la gente creía que la enfermedad de uno era resultado de su propio pecado o del de sus padres.
Jesús nos muestra que no es así. Él curó a un ciego para revelar el poder y el amor de Dios. En otra ocasión, Jesús le quitó la fiebre a una mujer y luego curó a muchos endemoniados y gente enferma. Estos actos de curación cumplieron lo que dijo Isaías, que el Mesías llevaría nuestras enfermedades y cargaría con nuestro dolor.
El mismo Dios que levantó las enfermedades y cargó con el dolor de Su pueblo es el Dios al que servimos hoy. Él puede no quitarnos nuestro sufrimiento físico mientras vivamos en esta tierra, pero podemos estar seguras de que Él tiene un propósito en nuestro dolor.
Para el ciego de nacimiento, su enfermedad trajo gloria a Dios, y muchos creyeron en Jesús gracias a ella. Dios hace lo mismo por nosotras. Puede que no seamos capaces de verlo hoy, pero Jesús está utilizando nuestro dolor para Su gloria. Él tiene un plan más grande. Y, en medio de eso, Él está cargando con nuestro dolor por nosotras. Experimentaremos dolor y sufrimiento, pero podemos descansar sabiendo que Él realmente lo está llevando con nosotras y por nosotras.
Acerca de este Plan
Dios nunca hace una promesa que no vaya a cumplir. Su última promesa, la de enviarnos un Salvador, es el cumplimiento supremo de todas Sus promesas. A pesar de vivir en un mundo de promesas rotas, tenemos a un Dios que cumple. Cuando Él hace una promesa, ya tiene un plan para cumplirla.
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Nos gustaría agradecer a Love God Greatly - Spanish por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://spanish.lovegodgreatly.com/