Habitando en Su Palabra: Salmo 119Muestra
Alef «א»
Lectura: Salmo 119:1-8
Subraya en tu Biblia todas las veces que se hace referencia a la Palabra de Dios.
Este Salmo inicia con la declaración de que aquellos que andan en los caminos de Dios son bienaventurados.
La definición de bienaventurado, según el diccionario bíblico Vine es: «la prosperidad o felicidad que experimentan los que son bendecidos por alguien superior. En la mayoría de los pasajes, quien otorga el favor es Dios mismo».
Es decir, es una felicidad que es concedida por el Señor. Esa felicidad no está relacionada con ninguna situación terrenal, sino que procede de confiar en que lo que vivimos está en el control de Dios y nos ayudará para bien (Ro 8:28).
Los primeros versículos del Salmo 119 nos enseñan que el Señor llena de felicidad a quienes andan en Sus caminos y creen en Sus Palabras, y gracias a esto son perfeccionados. El camino perfecto lo hace Dios en nuestra vida a medida que somos santificados en Su Palabra y Él mismo nos llena de alegría por esa decisión.
¿Cómo Su Palabra nos santifica y perfecciona?
«¡Cuán bienaventurados son los de camino perfecto, los que andan en la ley del Señor! ¡Cuán bienaventurados son los que guardan Sus testimonios, y con todo el corazón lo buscan!» (v. 1-2).
Somos transformados en nuestra manera de pensar, actuar, establecer prioridades y en la toma de decisiones, cuando consideramos al Señor y Su voluntad en nuestra vida.
Sin embargo, es esencial que nosotros seamos parte activa de este proceso.
«Tú has ordenado Tus preceptos, Para que los guardemos con diligencia» (v. 4).
La definición de «guardar» es «observar o cumplir aquello a lo que se está obligado» y la definición de «diligencia» es «cuidado y actividad en ejecutar algo».
A partir de estas dos definiciones, forma tu propia definición cuando el salmista dice «guardemos con diligencia».
¿Lo ves? Dios se revela a nosotros a través de Su Palabra y nosotros, en obediencia y gratitud, ponemos atención y cumplimos Su voluntad.
«Entonces no seré avergonzado, al considerar todos Tus mandamientos» (v. 6).
Gracias al sacrificio de Cristo Jesús en la cruz del calvario, tenemos salvación y una nueva vida. Él nos dejó Su Santo Espíritu como nuestro consolador y ayudador (Jn 14:26, 15:26) mientras esperamos Su regreso. Esa es nuestra esperanza y es una esperanza que no avergüenza (Ro 5:5). Mientras aguardamos, lo mejor que podemos hacer es considerar Su Palabra que alimenta nuestro espíritu y nos renueva.
A partir de este día, ¿cuál es tu compromiso para guardar con diligencia la Palabra de Dios?
Acerca de este Plan
Nuestro mayor anhelo debe ser habitar en la Palabra de Dios. Con este estudio devocional titulado: «Habitando en Su Palabra», basado en el Salmo 119, deseamos acompañarte por 22 días en los que ahondaremos en la importancia que tienen las Escrituras en nuestra vida. Necesitamos ser moldeados por Sus mandamientos y ser luz y sal en este mundo tan necesitado.
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Nos gustaría agradecer a Mujer que Persevera por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://mujerquepersevera.com/