Habitando en Su Palabra: Salmo 119Muestra

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Lectura: Salmo: 119:33-40

Subraya en tu Biblia todas las veces que se hace referencia a la Palabra de Dios.

En los versículos de esta estrofa, el salmista hace una oración de total dependencia a Dios. ¿Para qué? Para obedecer la voluntad del Señor con todo su corazón.

Examinemos las siguientes expresiones:

• Enséñame (v. 33 a).
• Dame entendimiento (v. 34 a).
• Hazme andar (v. 35 a).
• Inclina mi corazón (v. 36 a).
• Aparta mis ojos (v. 37 a).
• Confirma a tu siervo (v. 38 a).
• Quita de mí el oprobio (v. 39 a).
• Vivifícame con tu justicia (v. 40 b).

Cada una de esas expresiones son un reconocimiento de la debilidad del salmista y de su rendición ante Dios. Él reconocía su incapacidad para comprender por sí solo la Palabra de Dios. Reconocía que su camino era perfecto, solo si Dios era el que lo guiaba. Reconocía que sus ojos se apartarían del mal, sólo si Dios estaba con Él.

Lee detenidamente Filipenses 2:13 a continuación:

«Porque Dios es quien obra en ustedes tanto el querer como el hacer, para Su buena intención».

¿Qué te dice este versículo?

¿Sabes? A causa del pecado, estamos imposibilitados para buscar a Dios por nuestra cuenta (Ro 3:11) y Dios, en Su misericordia, envió a Su Hijo para pagar el precio de nuestros pecados (Jn 3:16). Por Él hemos sido justificados. Dios, a través de Jesús, nos dio un nuevo corazón para amarle y seguirle (Ez 36:27-28). La obra es de Dios, no nuestra.

La oración del salmista, en estos versículos, es una declaración del poder de Dios en su vida y su necesidad de depender solo de Él.

¿Estás en una etapa de dolor e incertidumbre?

«Quita de mí el oprobio que me causa temor, porque Tus juicios son buenos» (v. 39).

La definición de oprobio o afrenta, según el diccionario bíblico Vine, es la condición social de una persona (soltería, viudez, esterilidad). Circunstancias que en el Antiguo Testamento denotaban un sentimiento de deshonra, ya que en esta sociedad el matrimonio y la fertilidad se consideraban de gran estima. También representaba una vergüenza colectiva que acarreaba desprecio. Ejemplo de esto lo vemos en el cautiverio de Israel y Judá.

Cualquiera que fuera la razón de la deshonra, el salmista pide ser liberado por Dios, apelando a Su justicia. Es importante que en medio de cualquier situación dolorosa que vivas, nunca olvides que el Señor es Justo y Fiel. Acude a Él en busca del consuelo que necesitas. Su Palabra te recuerda que Él no olvida tu dolor.

Busca en tu Biblia Isaías 25:8,

«Destruirá a la muerte para siempre; y enjugará Jehová el Señor toda lágrima de todos los rostros; y quitará la afrenta de su pueblo de toda la tierra; porque Jehová lo ha dicho» (RV60).

Descansa en la Palabra de Dios y espera en Sus tiempos perfectos. Él es Justo y Sus juicios nos dan vida y esperanza.

Es mi oración que dónde quiera que estés, el Espíritu Santo de Dios te recuerde que eres hijo del Señor y que no se ha olvidado de ti. Escúchalo y búscalo con diligencia en tu Biblia. Porque cada Palabra escrita en ella es «Palabra de Dios» para tu vida.