Nuevos días, antiguos demonios: Un estudio de ElíasMuestra

¿Por qué le ocurren cosas buenas a la gente mala y cosas malas a la gente buena?

En esta escena de la vida de Elías, ha llegado el momento de que Dios arregle las cosas con el rey Acab. Acab no estaba contento, a pesar de que su familia había gobernado la nación de Israel durante generaciones como dictadores malvados, viviendo en un lujoso castillo y poseyendo más tierras de las que jamás podría necesitar. Esta verdad demuestra que disfrutar de la vida tiene mucho más que ver con nuestra actitud que con las posesiones que nos rodean.

Un día, tal vez mirando por una ventana en lo alto de su palacio, el rey vio un pedazo de tierra que no poseía, y de repente comenzó a romper el décimo mandamiento al codiciar, lo que llevó a su esposa a romper el noveno y sexto mandamientos contra el falso testimonio y cometer asesinato, todo para que pudieran romper el octavo mandamiento, todo lo cual fue puesto en marcha por ellos también cuando rompieron el primer y segundo mandamientos adorando a otros dioses y haciendo ídolos. Su sentido de tener derechos ilimitados sería el principio de su fin.

Aquí vemos el patrón común del espíritu de Jezabel abusando de la Palabra de Dios, torciéndola como Satanás lo hizo con Adán y Eva, junto con Jesús. Completamente desafiante de que la Palabra de Dios tenga alguna autoridad en su propia vida, ella falsa e injustamente juzga y condena a Nabot, ¡quien no hizo lo que su complot mentiroso lo condenó! No nos equivoquemos, Jezabel era muy religiosa, y las personas más peligrosas son aquellas que son religiosas y usan la Biblia como arma para abusar de la gente por el espíritu de Jezabel. Ella miente y comete asesinato, todo para robar un pedazo de tierra, mientras finge públicamente honrar al Señor.

Vemos un patrón común en un matrimonio demoníaco y disfuncional. Tristemente, muchos hombres pasivos con el espíritu de Acab están casados con mujeres controladoras y dominantes como Jezabel y tienen la misma relación retorcida. Una y otra vez, el matrimonio entre Acab y Jezabel es más como hijo y madre que como esposo y esposa. Él es pasivo, mohíno y patético. Así que ella toma el control, toma las decisiones, gobierna el gallinero, y él le sigue la corriente, probablemente porque le tiene miedo, y a menudo consigue lo que quiere sin tener que trabajar por ello, como en el caso del campo de Nabot.

Dios simplemente había tenido suficiente con esta pareja y los demonios que estaban obrando en y a través de ellos y su día de muerte y juicio estaba sellado. Además, a diferencia de la mayoría de los reyes y reinas que son honrados en la muerte, esta pareja real de ladrones tendrá perros callejeros salvajes e inmundos lamiendo su sangre en la tierra donde derramaron la sangre de Nabot. Las profecías de Dios a través de Elías se cumplieron más tarde exactamente como se había prometido.

El espíritu de Jezabel era y es un espíritu asesino, y es culpable de la toma de muchas vidas piadosas desde los días de Elías (incluyendo los profetas de Dios que ella masacró, hasta el inocente Nabot) hasta nuestros días. Cuando es confrontado por Elías por el mal que hizo Jezabel por él, Acab demuestra por primera vez lo que la Biblia llama “tristeza de este mundo”. Esta falsificación del arrepentimiento real no se aflige por el pecado, ni por la ofensa contra Dios y los demás, sino por las consecuencias que el pecador debe pagar por su pecado. De esta manera, las personas con “tristeza de este mundo” falsamente parecen tener un cambio de corazón, pero su corazón sigue siendo egoísta y sin arrepentimiento. No se arrepienten de lo que son o de lo que han hecho, sino que simplemente lamentan el precio que pagan por lo que son y por lo que hacen.

Elías y Nabot eran personas piadosas y, durante su vida, les sucedieron cosas malas. Fueron pobres, les mintieron, los persiguieron hasta la muerte y sufrieron mucho. Para ellos, la vida en la tierra fue lo más cercano al infierno, y ahora viven para siempre en el cielo.

En esta vida, a la gente mala le pasan cosas buenas, y a la gente buena le pasan cosas malas, porque la presencia del mal y de lo demoníaco es muy real en esta vida. La Biblia es clara: para el creyente, esta vida es nuestro infierno temporal hasta que lleguemos a nuestro cielo eterno. Para los incrédulos, esta vida es su cielo temporal hasta que lleguen a su infierno eterno. Así como hubo un juicio masivo y rápido para Acab y Jezabel, ¡así también será cuando el verdadero rey, el REY JESÚS, regrese con Su Reino para gobernar y reinar en justicia y verdad!

Reflexión:

¿Por qué la santidad, el juicio y la ira de Dios son realmente algo amoroso para Su pueblo?