Adoración en MateoMuestra
Adoración en la necesidad
Mucha gente sigue a Jesús después del Sermón del Monte, asombrados por su doctrina y seguramente expectantes del desarrollo del reino de los cielos aquí en la tierra. En los pasajes del día de hoy vemos a diferentes personas viniendo a Jesús después de sus enseñanzas, diferentes trasfondos e historias, pero todos con necesidades en las que nadie podía hacer nada al respecto.
Sin embargo Él está aquí, haciendo y diciendo lo que nadie más, e interviniendo en la historia de la humanidad. ¿Podría intervenir en mi propia historia? No es duda, sino una humilde petición. Hay varias historias de encuentros con Jesús en estos dos capítulos que muestran la fidelidad de Dios a sus promesas, su amor y compasión por la humanidad, y su poder para salvar. Pero en estas dos historias en particular, Mateo resalta la manera en la que se acercan a Jesucristo: proskuneo, postrados, arrodillados, adorando en la necesidad.
El primero, un leproso que sabe que debe guardar distancia. Incurable en ese momento, progresiva y fácilmente contagiosa, la lepra era considerada una muerte lenta que, además de las dolencias físicas, traería separación, rechazo, desesperanza e incapacidad de desenvolverte como antes. Nadie podía hacer nada al respecto, excepto Jesús. Y el leproso lo sabe. Agacha la cabeza, dobla la rodilla, probablemente se tira al suelo reconociendo el poder de su Señor y la dependencia en su voluntad. Jesús se acerca, como nadie más. Jesús lo toca, como nadie más. Y en ese encuentro sucede lo que nunca antes. Al contacto, no es la lepra la que se contagia sino la pureza de Jesús.
El segundo, un principal de la sinagoga que se encuentra con la desgracia repentinamente. No una muerte lenta sino en su niña de tan sólo 12 años (Mr.5:42). Llega corriendo a donde está Jesús, interrumpiendo una conversación sobre luto y bodas, y como un perro besando la mano de su amo proclama su confianza en que sólo Él puede dar gozo al afligido y vida a los muertos. En la situación que estés, en la necesidad que atravieses, sólo uno ha demostrado ser digno de nuestra confianza y devoción. Y Él está aquí, haciendo y diciendo lo que nadie más, y claro que puede intervenir en tu propia historia. Esa es nuestra humilde adoración.
Aunque estas historias y milagros son físicos y literales, nos muestran la fidelidad, el poder y el amor de Dios. Tanto en la lepra como en la muerte, encontramos aplicaciones espirituales referentes al pecado. Y sólo Jesús puede intervenir en ello. Entre estas dos historias, Jesús demuestra públicamente que tiene poder para perdonar pecados (Mt.9:6), y el mismo Mateo narra el momento en el que Jesús le llama a seguirle. Los líderes religiosos entonces se preguntan: ¿Por qué Jesús está comiendo con pecadores? (Mt.9:11). ¿Por qué Jesús está encontrándose con los enfermos y rechazados? ¿Por qué Jesús está haciendo lo que nadie más? Porque Jesús es quien nadie más y ha venido al mundo para salvar a los pecadores (1Tim.1:15).
Escrituras
Acerca de este Plan
Después de Apocalipsis, Mateo es el segundo libro en el que más veces encontramos la palabra proskuneo (adorar). En la mayoría de sus usos en el N.T. vemos un reconocimiento público en respuesta al poder de Dios, acompañado de una expresión física de profunda reverencia hacia Él. Sigamos conociéndole y respondiendo en genuina adoración a través de este Evangelio.
More
Nos gustaría agradecer a Semilla de Mostaza por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.semillamexico.com/sitio/