Adoración en MateoMuestra

Adoración en la tentación

Mateo ha comenzado a incorporar las palabras de Jesús. Para él y para nosotros, es de suma importancia tanto la obra como el mensaje de Jesucristo, el Verbo de Dios, el que sostiene el universo con su palabra poderosa (He.1:3). En este pasaje vemos a Jesucristo glorificando al Padre tanto con sus palabras, como con sus acciones, citando las Escrituras y enseñándonos acerca de la adoración al vencer la tentación. Sin duda, un pasaje que querrás llevar en tu mente y corazón.

“Al Señor tu Dios adorarás, y a él sólo servirás".

Jesús es llevado al desierto por el Espíritu y allí es tentado por Satanás con 3 apelaciones distintas. En la última se revela el verdadero interés de Satanás y todo lo que haría con tal de recibir lo que no le pertenece. Curiosamente, aunque no es de sorprenderse, lo que está proponiendo es totalmente opuesto a verdadera adoración: una adoración condicionada que hace deudor a quien se adora, que pretende dar gloria cuando lo que anhela es recibirla, una adoración que el único Dios verdadero y digno de suprema alabanza jamás propondría.

Pero el Verbo de Dios, con la palabra de Dios en sus labios y en su corazón, glorifica al Padre. Dios encarnado, el gran sumo sacerdote que traspasó los cielos, que fue tentado como nosotros pero sin pecado (He. 4:14-15), soporta la tentación y glorifica al Padre de la manera en que tú y yo podemos hacerlo.

Esta escena sucede después de que Jesucristo se identifica con nosotros al ser bautizado por Juan el Bautista. Es llevado al desierto por el Espíritu, así como también nosotros somos guiados por Él. Es tentado por los mismos deseos que nosotros: “los deseos de la carne, los deseos de los ojos y la vanagloria de la vida” (1 Jn. 2:16). Y adora al Padre de la manera en que tú y yo podemos hacerlo; con su ley en el corazón y escrita en la mente (He. 10:16). Respondiendo con lealtad absoluta al Señorío de nuestro Dios y ante su gloria y perfección, en genuina adoración.

“… porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él sólo servirás".