Desarrollando liderazgo espiritualMuestra

Afinando los criterios de selección de los líderes espirituales.

Si bien es importante a la hora de seleccionar un líder espiritual, indagar sobre: ¿cómo es su capacidad para dirigir y generar resultados? ¿Cuáles son sus habilidades? ¿Cómo es su conocimiento? ¿Cuáles son sus logros académicos? Pero tal vez las preguntas más importantes deberían ser: ¿Cómo es su relación con Dios? ¿Cómo es su familia? ¿Cómo trata a la gente? ¿Cómo es su testimonio de vida? ¿Cuál es su reputación? ¿Cómo es su carácter? ¿Cómo vive las disciplinas espirituales como la oración y el estudio y meditación de la palabra de Dios?

Los aspectos que encierran estas últimas preguntas son más relevantes para elegir un líder espiritual. Las respuestas a estas preguntas definirán mejor su idoneidad para el liderazgo espiritual. Porque lo que el líder espiritual logra no depende de las cualidades que él tiene, sino de lo que lo impulsa, lo alimenta, lo sustenta, vale decir, por lo que está detrás de Él, que es Dios. Si Dios no es el que dirige al líder, todo lo que éste haga es estéril para el reino de Dios. Si Dios no sostiene, tarde o temprano el líder espiritual caerá.

Revisemos los criterios que revela la Biblia para la selección y establecimiento de los líderes espirituales:

• Carácter: 1 Samuel 16:6-7.
• Confiabilidad: 1 Timoteo 3:2-7
• Ejemplo: 1 Tesalonicenses 2:10-12
• Servicio: Marcos 10:42-44
• Cuidado y alimentación: 1 Pedro 5: 2-3

Líder espiritual es, pues, un creyente escogido por Dios, basado en su carácter, para servir a su pueblo, desempeñándose de manera confiable y siendo ejemplo.

Los líderes cristianos en primera instancia son llamados por Dios. Él es quien elige y llama al ministerio. Ese llamado se convierte en una vocación para actuar en respuesta a Dios e implica un envío o comisión.