21 Días De Filiación: Dios, Familia e IglesiaMuestra

RESOLVIENDO EL PASADO

El diablo es experto en recordarnos cosas malas del pasado. El Espíritu Santo, en cambio, es capaz de sanar las heridas de lo que pasó. Nada terrenal puede curar una herida en el corazón, ni siquiera el tiempo. Todas las herramientas humanas para el cuidado del alma pueden suavizar un dolor (lo cual es importante), pero solo Jesús puede curarlo completamente.

En la tierra, los sufrimientos son inevitables, pero Jesús puede curarlos todos. Jesús puede convertir un limón en limonada o incluso en limonada suiza. De hecho, no hay nada que la presencia de Jesús no pueda sanar. El Espíritu Santo es el gran Consolador. Él da el diagnóstico, trata e incluso hace algo imposible a los ojos humanos ─ ¡recicla el dolor! Él tiene el poder de hacer que tú, una vez sanado, puedas ayudar a otros que están en el proceso de situaciones que una vez te hirieron y paralizaron.

Básicamente, toda herida tiene una conexión con la orfandad y el rechazo (en algún nivel y variación). Que tu filiación en Jesús te haga descansar en el cuidado y la sanación. Que ninguna herida te robe lo mejor de tu vida ni se interponga en tu destino y en los planes del Cielo para ti. No te detengas en tu dolor; confía en la capacidad del Padre para cuidar de Sus hijos. Y al final, crecerás y bendecirás a otros porque una herida cerrada es una capacidad liberada para sanar. ¡Sigue adelante!