21 Días De Filiación: Dios, Familia e IglesiaMuestra

CONEXIONES PODEROSAS

Las relaciones nos promueven. Nadie crece, y mucho menos llega a su destino diseñado por Dios, solo. La configuración humana requiere relaciones; el Padre lo quiso así. Por eso la Biblia dice que, en Jesús, somos la familia de Dios. Jesús es el primogénito entre muchos hermanos y hermanas. Solo ganamos cuando decidimos relacionarnos unos con otros. Abrir nuestros corazones, intercambiar experiencias, aprender, escuchar, ayudar, todo forma parte de conexiones poderosas. Rodearte de las personas adecuadas puede impulsarte a niveles que nunca imaginaste alcanzar.

Las personas son tipos de puertas para que avancemos. Incluso, sólo podemos conocer profundamente el amor de Cristo en la interacción con los miembros del Cuerpo de Cristo. Es muy importante enfatizar que la interacción en el Cuerpo ocurre especialmente a través del Cuerpo de Cristo. Tu iglesia local es extremadamente importante para ofrecerte relaciones sanas, maduras y fructíferas. Todo conspirará para que te sientas huérfano, aunque formes parte de una familia espiritual. No esperes a ser llamado, ¡accede! Adopta una postura activa para integrarte y desarrollar relaciones profundas. Si la Iglesia es una familia, acércate más a tus padres y hermanos.

Cuando desarrollas un corazón que sabe honrar, atraes a tu vida lo que tus hermanos y hermanas en la fe traen del Cielo a través de sus dones y talentos. Hay un principio divino: atraes lo que honras. No subestimes tus relaciones. Valóralas en todos los niveles y aprende cómo contribuir y sacar lo mejor de ellas.