Libertad De La AdicciónMuestra

En la cruz, Jesús tomó tu dolor y tus penas sobre Sí mismo (Isaías 53:4-5). El dolor, la tristeza y el estrés ya no son tuyos para cargar una vez que renaces en Cristo. Él quiere que arrojes tu dolor y tu vergüenza sobre Él porque Él se preocupa por ti y Su deseo es que vivas en Su libertad.

Imagínate caminando todo el día y cargando una mochila gigante llena de piedras. Ese peso innecesario seguramente te cansará, causará dolores y molestias, afectará tu estado de ánimo y cuestionará el propósito que Dios te ha dado.

Espiritualmente hablando, llevar estrés, preocupación y tristeza constante es como llevar una mochila llena de piedras espirituales pesadas. Cuando estás agobiado por esas dolorosas rocas espirituales, te impone tensiones y demandas adicionales. Sin embargo, fuiste creado para vivir libre del peso de esos dolores y penas.

A través de la obra consumada de Cristo en la cruz, cuando nos volvemos a Él, podemos descargarnos del dolor, la tristeza y el estrés innecesarios que, en ocasiones, nos sobrevendrán a cada uno de nosotros en esta vida. Podemos, y debemos, tomar tiempo regularmente para conectarnos con Dios en oración y arrojar nuestras preocupaciones al pie de la cruz.

Consejo de oración

Tómate cinco minutos y echa tu ansiedad en Dios, no hacia Dios, hay una diferencia. Él quiere quitártelo porque te ama y se preocupa por ti. Entrégale a Él tus cargas. Después de derramar tu corazón delante de Él, toma unos minutos para sentarte en Su presencia y escuchar Su voz.

Recuerda, la oración es una conversación entre tú y Dios, y cuando Él habla, nos imparte vida.

Paso de acción

Si es necesario, configura un recordatorio en tu teléfono para que suene una vez al día. Acuérdate que Dios “se preocupa por ti con ternura” y te pide que desahogue tu ansiedad ante Él, no en las redes sociales, quejándose y chismeando, o mediante el uso de drogas y alcohol. Más bien, vierte tu ansiedad a través de la oración a un Padre que te ama y se preocupa por ti.